martes, 6 de agosto de 2024

Te amo... pero soy feliz sin ti


[Entrada publicada originalmente el 01.02.2010 en el Blog de Inteligencia Emocional de EITB, desaparecido el 01.07.2024]  

“Nuestros miedos no detienen a la muerte, sino al amor y a la vida. El miedo con todo su poder, no puede vencer ni detener a la muerte, pero sí puede detener al flujo de la vida que nos conduce a la paz interior” Jaramillo, Jaime (2007): Te amo... pero soy feliz sin ti. Bogotá: Ediciones Versalles, p.103

Jaime Jaramillo, en su libro Te amo... pero soy feliz sin ti propone una serie de herramientas sencillas y eficientes que han sido probadas por personas de diferentes culturas, edades, religiones, etc. y que ayudan a recuperar la consciencia y a evitar sus dos grandes enemigos, los apegos y el miedo. Una idea fundamental es que la solución a estos dos últimos no está en el exterior, no depende de nada ni nadie, sino que está en el interior de cada uno. “Recuerda siempre que donde pones tu mente, allí estará tu corazón” (p.14).

El apego implica que dependemos psicológica o emocionalmente de otras personas o de ciertas cosas. Supone que depositamos en ellas nuestra felicidad y empezamos a vivir condicionados. La felicidad pasa a estar en el exterior, en manos de otras personas. “El apego se nutre del miedo y estos miedos son el origen de todo el sufrimiento humano; debido a estos miedos, desarrollamos un sistema de autodefensa o negación persistente que nos lleva al autoengaño” (p.21).

Existen tres tipos de apegos que pueden tener diferentes manifestaciones e intensidad a lo largo de nuestra vida. El apego afectivo, que se puede confundir con el amor y se muestra con mayor intensidad en las relaciones de parejas o ante la muerte de un ser querido, implica que convertimos a la otra persona en la razón de nuestro ser. El apego material supone centrar la felicidad en el tener, poseer y ostentar; lo que lleva a creer que valemos más por lo que tenemos que por lo que somos. El apego ideológico, las creencias falsas y los fanatismos extremos, están en la base de los peores pasajes de la historia y es el origen de guerras y rivalidades. “La solución está en tus manos. No importa cuál sea tu situación; realmente, la solución es la misma para todos, y cada uno tendrá que recorrer su propio camino” (p.38). Se trata de despertar, de elegir y decidir salir del estado de inconsciencia en el que te encuentras.

El camino del despertar es espiritual y se soporta en la visualización creativa, la meditación y el servicio a los demás. “La verdadera espiritualidad consiste en que nada, ni nadie, ni ningún suceso o acontecimiento nos pueda perturbar. Y, si por alguna razón, en algún momento algo nos perturbara, la espiritualidad nos da el poder de elegir conscientemente y dejar de lado aquello que nos causa sufrimiento”. Para lograr la paz interior debemos armonizar nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu. Y para ello debemos abrir nuestra mente y nuestro corazón y desarrollar la capacidad de escucha. Es importante que observemos nuestras relaciones con el mundo y con los demás; que identifiquemos las emociones y pensamientos que manejan nuestra vida; que reconozcamos las creencias que nos hacen daño y causan apego; que analicemos nuestro miedos; que identifiquemos y trascendamos el dolor, que es un indicador de que hay que cambiar.

La visualización creativa nos ayuda a acabar con nuestras barreras internas, miedos y dudas y atraer aquello que deseamos, pero no para controlar el comportamiento de los demás o hacerles que vayan en contra de su voluntad. Su poder radica en que el cerebro no distingue entre un acontecimiento real y uno imaginado; y por ello, si creamos una realidad interior el cerebro crea, automáticamente, la pauta que nos lleva a los resultados.

La meditación es la llave para acceder a tu interior y está al alcance de cualquiera; “es volver a lo básico, a tu hogar, a tu templo sagrado, en el que sólo el amor y la paz reinan. (...) lograr ese estado de consciencia es más que una experiencia; eres tú, es tu propio ser en toda su plenitud” (p.175).

El servicio a los demás, un servicio generoso y desinteresado, realizado sin esperar nada a cambio potenciará todo tu trabajo interior y dará sentido a tu vida. Es la herramienta más silenciosa pero mas poderosa en el camino de la liberación interior.

“Cuando realmente estás disfrutando del estado de consciencia pura que es el amor, el apego desaparece, por eso deja de hacer reclamos, expectativas y exigencias” (p.87)

¿Te animas a abrir las alas a una nueva dimensión liberadora?






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