[He publicado esta entrada el 15.03.2019 en el Blog de Inteligencia Emocional de Eitb-desaparecido el 01.07.2024]
Me apasiona la comunicación y asisto a todas aquellas charlas y talleres que me pueden ayudar a mejorar en esta área para después trasladarlo a mis clases. El pasado 28 de febrero asistía a la sesión Ponte en valor: técnicas de comunicación efectiva para encontrar trabajo, organizada por Deusto Alumni dentro de su ciclo para potenciar la empleabilidad Skills on.
La sesión estuvo a cargo de Alicia Ro, Comunicadora especializada en técnicas para Hablar en Público y Personal Branding, y fue una delicia. Pura comunicación en la práctica, consejos a la vista de todas las personas asistentes. Puro contagio y motivación. Quiero compartir aquí las ideas que me llevé y que pueden servir no sólo ante la tesitura de buscar empleo sino en cualquier acto comunicativo.
Para encontrar trabajo el primer paso es ser visible. Es la única forma de que te encuentren, sepan que existes y te elijan. Y no hay que ser visible de cualquier forma… Qué se ve de ti habla muy alto sobre quién y cómo eres.
La verdadera comunicación empieza por la escucha. Supongamos que te han llamado para una entrevista de trabajo. Es importante que te asegures de recibir información suficiente para prepararla:
A partir de aquí no hay que confiar en la improvisación. Es muy importante… Preparar, preparar, preparar… Vamos a centrarnos en las 3 M de la comunicación: Mensaje (las palabras, el contenido), la Motivación (actitud, confianza, seguridad) y el Método escénico (cuerpo, gestos y voz).
-MENSAJE-
Es importante reflejarlo por escrito, repasarlo y leerlo (también en voz alta). Cuando improvisamos muchas veces nos dejamos aspectos clave.
El primer paso es recopilar datos: sobre la empresa (web, misión, visión, productos, clientes…); sobre el puesto (es bueno buscar el anuncio en internet); interiorizar el propio currículum para que lo transmitamos de forma natural; hacer la lista de nuestras fortalezas (tanto innatas como aprendidas) para tener claro qué podemos aportar; pensar ejemplos y situaciones concretas de nuestra vida personal y profesional en los que se muestren las competencias requeridas; hacer una lista de las posibles preguntas que nos pueden hacer y pensar cuál será nuestra respuesta.
Es fundamental causar una buena primera impresión. Hay seis elementos que ayudan: 1) puntualidad; 2) sonrisa (actitud positiva); 3) contacto visual; 4) apretón de manos adecuado (corto, firme y decidido); 5) mantener una distancia (entre medio metro y un metro); 6) saludo cordial y agradecimiento por la entrevista. Conviene llevar preparada una presentación corta (lo que equivale a 2 o 3 líneas). El guion de esta presentación: perfil profesional y especialidad + frase corta (qué haces, a quién, para qué). Dejo aquí la mía: “Soy Arantza Echaniz. Profesora universitaria especializada en ética y el elemento humano en las organizaciones. Preparo buenos profesionales buenos para transformar la sociedad”.
Siempre hay que escuchar antes de hablar. Hay que comportarse de forma natural y transmitir calma y tranquilidad (un poco más adelante se hablará de los nervios). Conviene utilizar un lenguaje persuasivo: claro; sencillo; sin enrollarse (si quieren saber más te preguntarán); con frases cortas; lenguaje positivo (éxito, superación, sí… evitar: no, obstáculos, cuesta arriba…); sin muletillas (las utilizamos de relleno mientras pensamos; es mejor hacer silencio o una muletilla muda, hacia adentro).
Hay cosas que no te conviene decir: tacos; palabras malsonantes; mentiras o exageraciones; cosas negativas sobre anteriores empresas o jefes; sueldo, vacaciones o beneficios (salvo que te lo saque quien te entrevista); el móvil no puede tener turno de palabra (hay que silenciarlo antes de entrar).
Es importante hacer una despedida redonda: conviene preguntar cómo y cuándo tendrás noticias del proceso de selección; agradece el tiempo dedicado; una despedida cordial (contacto visual, apretón de manos; una fórmula: “Muchísimas gracias. Seguimos en contacto”).
-MOTIVACIÓN-
Interesa tener el nivel óptimo de energía en la entrevista.
Tenemos que ganar en confianza y seguridad. Para esto es clave la preparación (cuanta más información, más dominamos y menos miedo tenemos). Debemos tener un diálogo interno constructivo, limpio y ecológico. No debemos poner el foco en el yo sino en lo importante que es trasladar una información a la otra persona (las habilidades tuyas que responden a sus necesidades).
Para conseguir un diálogo interno positivo tenemos que creer que podemos (me encanta la frase “Creer es crear”); no debemos sabotearnos. Si te comparas con alguien que sea contigo mismo. Te tienes que hablar con el mismo cariño que les pides a tus mejores amistades. Así como eliminar las palabras limitantes (“No puedo”; “No sirvo”; “No soy capaz”; etc.).
Una entrevista es una situación incómoda en la que estás en el centro de mira. Tener nervios es normal y puede ser positivo. Los nervios van a hacer que estés atento y motivado. Si intentas luchar contra ellos puede ser contraproducente. Viene muy bien hacer dos o tres respiraciones profundas (Ejercicio 4’-7’-8’: respiras por la nariz contando cuatro segundos; retienes el aire siete segundos; expulsas el aire por la boca contando 8 segundos). No es recomendable comer abundantemente antes. Conviene estar bien hidratado. Hacer ejercicio físico puede ayudar a liberar tensión (dar patadas; saltar; apretar los dedos de los pies; dejar caer el cuerpo empezando por la cabeza, siguiendo por los hombros y el tronco y soltando los brazos -al subir hacerlo en sentido inverso).
Si la entrevista no es presencial, si se hace online, los consejos son muy parecidos. La actitud y la presencia debe ser como si fuera cara a cara. Es muy importante elegir bien la localización (es algo que está en tu mano). Tiene que ser coherente con lo que quieres transmitir porque todo habla de ti. Algunas recomendaciones: fondo liso, despejado, mejor un espacio de trabajo, mirar a la cámara (es el modo de mantener el contacto visual).
Es importante preparar la voz y el cuerpo. Para la voz: hacemos un par de respiraciones profundas y soltamos los músculos de la cara (dándonos golpecitos y pellizquitos); nos damos golpecitos en la cabeza; masajeamos la mandíbula; hacemos gestos exagerados emitiendo ruido; sacamos la lengua y la movemos hacia arriba y hacia abajo, hacia los lados, recorremos con ella los dientes (tanto los de arriba como los de abajo); soltamos la boca; contamos en alto de 21 a 0 proyectando la voz… Para el cuerpo podemos hacer una tabla de estiramientos o darnos golpecitos yendo de abajo hacia arriba. Ponemos una música motivadora (las mías El mejor momento o Happy) y dejamos que el cuerpo se exprese…
-MÉTODO ESCÉNICO-
Nuestra voz y nuestro cuerpo comunican más las emociones que nuestro lenguaje (véase la no siempre bien entendida regla de Mehrabian del 7%-38%-55%). Tomemos nota de algunas sugerencias…
Con relación a los gestos: es importante andar con firmeza tratando de no hacer movimientos bruscos; nuestra cara debe reflejar una actitud positiva (sonrisa natural); es importante mantener el contacto visual (para descansar mirar a cualquier sitio, salvo para abajo); al sentarse no dejarse caer y mantener una postura activa; es mejor no ocultar las manos y no cruzar los brazos; es aconsejable no tener nada en las manos y no dar golpecitos (puede resultar cómodo juntar las yemas de los dedos); por supuesto no es aconsejable mascar chicle (doy fe de que entre mi alumnado siempre hay quien sale a presentar con chicle y la imagen no es buena); hay que evitar tics que denoten nerviosismo: tocarse el pelo, subirse las gafas, rascarse… Es importante centrarse en el aquí y el ahora olvidándose del móvil y el reloj.
Respecto a la voz, tenemos que tener una comunicación viva, expresiva, que transmita ganas. Para ello: utilizar tono medio (un poco por encima del tono conversacional); hablar despacio; mantener el ritmo; respirar normalmente; articular bien, vocalizar.
Sobre el estilismo y complementos, depende del campo, empresa y puesto pero hay una máxima a no olvidar: menos es más. No hay que dejar que tu ropa y tus complementos hablen más alto que tú. Es importante mantener tu estilo y personalidad. Mejor colores lisos que estampados y evitar escotes o ropa muy ajustada.
Para terminar una idea que Alicia señaló al principio y que es una clave fundamental…
Seguramente muchas de las ideas aquí compartidas son conocidas. Lo importante no es lo que se sabe sino lo que se hace… Hacer, hacer, hacer…
Una tarea que toda persona debería realizar es el elevator pitch, un mensaje corto (cerca de un minuto) para presentarse de forma atractiva a sí misma o a su proyecto (véase el vídeo final). Pasos: 1) Afirmación sorprendente o pregunta para llamar la atención; 2) Saludo y presentación; 3) Problemas o necesidades que atiendes; 4) Soluciones que aportas; 5) Beneficio principal que se obtiene contigo; 6) ¿Por qué yo? Cuáles son tus elementos diferenciadores; 7) Llamada a la acción final. Veamos en este vídeo un ejemplo.
La sesión estuvo a cargo de Alicia Ro, Comunicadora especializada en técnicas para Hablar en Público y Personal Branding, y fue una delicia. Pura comunicación en la práctica, consejos a la vista de todas las personas asistentes. Puro contagio y motivación. Quiero compartir aquí las ideas que me llevé y que pueden servir no sólo ante la tesitura de buscar empleo sino en cualquier acto comunicativo.
Para encontrar trabajo el primer paso es ser visible. Es la única forma de que te encuentren, sepan que existes y te elijan. Y no hay que ser visible de cualquier forma… Qué se ve de ti habla muy alto sobre quién y cómo eres.
La verdadera comunicación empieza por la escucha. Supongamos que te han llamado para una entrevista de trabajo. Es importante que te asegures de recibir información suficiente para prepararla:
Empresa Puesto Día lugar y hora entrevista Persona de contacto ese día | Perfil del entrevistador (¿área Recursos Humanos? ¿área técnica?) Tipo de entrevista Material necesario Teléfono y correo de contacto por si surge algo |
A partir de aquí no hay que confiar en la improvisación. Es muy importante… Preparar, preparar, preparar… Vamos a centrarnos en las 3 M de la comunicación: Mensaje (las palabras, el contenido), la Motivación (actitud, confianza, seguridad) y el Método escénico (cuerpo, gestos y voz).
-MENSAJE-
Es importante reflejarlo por escrito, repasarlo y leerlo (también en voz alta). Cuando improvisamos muchas veces nos dejamos aspectos clave.
El primer paso es recopilar datos: sobre la empresa (web, misión, visión, productos, clientes…); sobre el puesto (es bueno buscar el anuncio en internet); interiorizar el propio currículum para que lo transmitamos de forma natural; hacer la lista de nuestras fortalezas (tanto innatas como aprendidas) para tener claro qué podemos aportar; pensar ejemplos y situaciones concretas de nuestra vida personal y profesional en los que se muestren las competencias requeridas; hacer una lista de las posibles preguntas que nos pueden hacer y pensar cuál será nuestra respuesta.
Es fundamental causar una buena primera impresión. Hay seis elementos que ayudan: 1) puntualidad; 2) sonrisa (actitud positiva); 3) contacto visual; 4) apretón de manos adecuado (corto, firme y decidido); 5) mantener una distancia (entre medio metro y un metro); 6) saludo cordial y agradecimiento por la entrevista. Conviene llevar preparada una presentación corta (lo que equivale a 2 o 3 líneas). El guion de esta presentación: perfil profesional y especialidad + frase corta (qué haces, a quién, para qué). Dejo aquí la mía: “Soy Arantza Echaniz. Profesora universitaria especializada en ética y el elemento humano en las organizaciones. Preparo buenos profesionales buenos para transformar la sociedad”.
Siempre hay que escuchar antes de hablar. Hay que comportarse de forma natural y transmitir calma y tranquilidad (un poco más adelante se hablará de los nervios). Conviene utilizar un lenguaje persuasivo: claro; sencillo; sin enrollarse (si quieren saber más te preguntarán); con frases cortas; lenguaje positivo (éxito, superación, sí… evitar: no, obstáculos, cuesta arriba…); sin muletillas (las utilizamos de relleno mientras pensamos; es mejor hacer silencio o una muletilla muda, hacia adentro).
Hay cosas que no te conviene decir: tacos; palabras malsonantes; mentiras o exageraciones; cosas negativas sobre anteriores empresas o jefes; sueldo, vacaciones o beneficios (salvo que te lo saque quien te entrevista); el móvil no puede tener turno de palabra (hay que silenciarlo antes de entrar).
Es importante hacer una despedida redonda: conviene preguntar cómo y cuándo tendrás noticias del proceso de selección; agradece el tiempo dedicado; una despedida cordial (contacto visual, apretón de manos; una fórmula: “Muchísimas gracias. Seguimos en contacto”).
-MOTIVACIÓN-
Interesa tener el nivel óptimo de energía en la entrevista.
Tenemos que ganar en confianza y seguridad. Para esto es clave la preparación (cuanta más información, más dominamos y menos miedo tenemos). Debemos tener un diálogo interno constructivo, limpio y ecológico. No debemos poner el foco en el yo sino en lo importante que es trasladar una información a la otra persona (las habilidades tuyas que responden a sus necesidades).
Para conseguir un diálogo interno positivo tenemos que creer que podemos (me encanta la frase “Creer es crear”); no debemos sabotearnos. Si te comparas con alguien que sea contigo mismo. Te tienes que hablar con el mismo cariño que les pides a tus mejores amistades. Así como eliminar las palabras limitantes (“No puedo”; “No sirvo”; “No soy capaz”; etc.).
Una entrevista es una situación incómoda en la que estás en el centro de mira. Tener nervios es normal y puede ser positivo. Los nervios van a hacer que estés atento y motivado. Si intentas luchar contra ellos puede ser contraproducente. Viene muy bien hacer dos o tres respiraciones profundas (Ejercicio 4’-7’-8’: respiras por la nariz contando cuatro segundos; retienes el aire siete segundos; expulsas el aire por la boca contando 8 segundos). No es recomendable comer abundantemente antes. Conviene estar bien hidratado. Hacer ejercicio físico puede ayudar a liberar tensión (dar patadas; saltar; apretar los dedos de los pies; dejar caer el cuerpo empezando por la cabeza, siguiendo por los hombros y el tronco y soltando los brazos -al subir hacerlo en sentido inverso).
Si la entrevista no es presencial, si se hace online, los consejos son muy parecidos. La actitud y la presencia debe ser como si fuera cara a cara. Es muy importante elegir bien la localización (es algo que está en tu mano). Tiene que ser coherente con lo que quieres transmitir porque todo habla de ti. Algunas recomendaciones: fondo liso, despejado, mejor un espacio de trabajo, mirar a la cámara (es el modo de mantener el contacto visual).
Es importante preparar la voz y el cuerpo. Para la voz: hacemos un par de respiraciones profundas y soltamos los músculos de la cara (dándonos golpecitos y pellizquitos); nos damos golpecitos en la cabeza; masajeamos la mandíbula; hacemos gestos exagerados emitiendo ruido; sacamos la lengua y la movemos hacia arriba y hacia abajo, hacia los lados, recorremos con ella los dientes (tanto los de arriba como los de abajo); soltamos la boca; contamos en alto de 21 a 0 proyectando la voz… Para el cuerpo podemos hacer una tabla de estiramientos o darnos golpecitos yendo de abajo hacia arriba. Ponemos una música motivadora (las mías El mejor momento o Happy) y dejamos que el cuerpo se exprese…
-MÉTODO ESCÉNICO-
Nuestra voz y nuestro cuerpo comunican más las emociones que nuestro lenguaje (véase la no siempre bien entendida regla de Mehrabian del 7%-38%-55%). Tomemos nota de algunas sugerencias…
Con relación a los gestos: es importante andar con firmeza tratando de no hacer movimientos bruscos; nuestra cara debe reflejar una actitud positiva (sonrisa natural); es importante mantener el contacto visual (para descansar mirar a cualquier sitio, salvo para abajo); al sentarse no dejarse caer y mantener una postura activa; es mejor no ocultar las manos y no cruzar los brazos; es aconsejable no tener nada en las manos y no dar golpecitos (puede resultar cómodo juntar las yemas de los dedos); por supuesto no es aconsejable mascar chicle (doy fe de que entre mi alumnado siempre hay quien sale a presentar con chicle y la imagen no es buena); hay que evitar tics que denoten nerviosismo: tocarse el pelo, subirse las gafas, rascarse… Es importante centrarse en el aquí y el ahora olvidándose del móvil y el reloj.
Respecto a la voz, tenemos que tener una comunicación viva, expresiva, que transmita ganas. Para ello: utilizar tono medio (un poco por encima del tono conversacional); hablar despacio; mantener el ritmo; respirar normalmente; articular bien, vocalizar.
Sobre el estilismo y complementos, depende del campo, empresa y puesto pero hay una máxima a no olvidar: menos es más. No hay que dejar que tu ropa y tus complementos hablen más alto que tú. Es importante mantener tu estilo y personalidad. Mejor colores lisos que estampados y evitar escotes o ropa muy ajustada.
Para terminar una idea que Alicia señaló al principio y que es una clave fundamental…
Una tarea que toda persona debería realizar es el elevator pitch, un mensaje corto (cerca de un minuto) para presentarse de forma atractiva a sí misma o a su proyecto (véase el vídeo final). Pasos: 1) Afirmación sorprendente o pregunta para llamar la atención; 2) Saludo y presentación; 3) Problemas o necesidades que atiendes; 4) Soluciones que aportas; 5) Beneficio principal que se obtiene contigo; 6) ¿Por qué yo? Cuáles son tus elementos diferenciadores; 7) Llamada a la acción final. Veamos en este vídeo un ejemplo.