“Todas las mujeres llevamos dentro una mujercita que nos empuja al sacrificio. Esa es la primera a la que debemos callar” (Gioconda Belli, entrevista en El País).
Hace unos años una amiga me regaló un libro con un título
muy sugerente que me ha inspirado el de esta entrada, Las mujeres que leen son peligrosas. El autor del mismo, Stefan
Bollmann, tiene un libro posterior titulado Las
mujeres que escriben también son peligrosas. Estas vacaciones me propuse
hacer una desconexión total y disfrutar de la lectura ya que durante el curso
suelo acabar los días agotada y me cuesta tanto lo uno como lo otro. Y parece
que lo estoy consiguiendo... He cogido un buen ritmo de lectura. A 21 de agosto
ya llevaba leídos 8 libros. En esta entrada voy a recorrer y hacer una
reflexión sobre algunos de ellos, escritos por mujeres.
En El país de las mujeres, Gioconda Belli,
poeta y novelista nicaragüense, nos ofrece una utopía muy sugerente. En
Fanguas, país imaginario que aparece en sus novelas, las mujeres han accedido
al poder debido a una catástrofe natural, la erupción de un volcán, y mandan
temporalmente a los hombres a casa a hacerse cargo de los hogares. ¿Cómo se
imagina Viviana Sansón, la Presidenta, su partido,
el que ha ganado las elecciones? (Por cierto, se llama PIE - Partido de la
Izquierda Erótica y tiene un manifiesto muy interesante, Eldivanrojo, 2011).
“Yo imagino un partido que proponga darle al país lo que una madre al hijo,
cuidarlo como una mujer cuida su casa; un partido ‘maternal’ que blanda las
cualidades femeninas con que nos descalifican, como talentos necesarios para
hacerse cargo de un país maltratado como este. En vez de tratar de demostrar
que somos tan ‘hombres’ como cualquier macho y por eso aptas para gobernar,
hacer énfasis en lo femenino, eso que normalmente ocultan, como si fuera una
falla, las mujeres que aspiran al poder: la sensibilidad, la emotividad”
(Belli, 2023: 139). Su objetivo de gobierno, instaurar la paz, la libertad, el
respeto, la igualdad entre hombres y mujeres, el ‘felicismo’. [Para profundizar
en esta obra sugiero leer este trabajo de Olga Roussou].
Ana Porras, periodista, escritora y organizadora de eventos, en el prólogo
de Vacíos
y otras taras, que reúne 23
relatos sobre mujeres, nos recuerda: “Con los años vamos engrosando la
piel con desencantos, desilusiones, con todo aquello que pudo ser y no fue, con
frustraciones, con el miedo a equivocarnos de nuevo, con los amaneceres que no
vimos porque estábamos dormidos, con los atardeceres que nos recordaron que la
vida es una cuenta atrás. Vamos engrosando la piel con capas que pesan, que nos
fracturan los huesos, que esconden lo que quisimos ser, lo que soñamos. Ponemos
parches a los vacíos intentando llenar los huecos con lo que vamos encontrando
por ahí. Un poco de esto, un poco de aquello y un poco de esto otro. Y así los
vacíos se hacen más grandes, más sonoros, más adversos; ganan espacio creando
una nada mayor”. Muchas veces las mujeres hemos cubierto o tapado esos vacíos
de forma inadecuada…
De Isabel Allende, escritora,
feminista, filántropa, así como una de las autoras más leídas del mundo he
leído dos libros. Violeta, en el que, como señala el resumen: “En
una carta dirigida a una persona a la que ama por encima de todas las demás,
Violeta rememora devastadores desengaños amorosos y romances apasionados,
momentos de pobreza y también de prosperidad, pérdidas terribles e inmensas
alegrías. Moldearán su vida algunos de los grandes sucesos de la historia: la
lucha por los derechos de la mujer, el auge y caída de tiranos y, en última
instancia, no una, sino dos pandemias” [Ver el interesante artículo-entrevista
a la autora sobre el libro]. En el segundo, El viento conoce mi nombre, presente y pasado se entrelazan y narra
la historia de dos niños, Samuel Adler, un niño judío al que su madre consigue
enviar a Inglaterra para salvarle de la Austria nazi, y Anita Diez, que con
siete años sube a un tren con su madre huyendo del peligro en El Salvador y que
al llegar a la frontera de Estados Unidos es separada de su madre. Me quedo con
un retazo de otro de los personajes, Leticia, porque refleja la realidad que
sufren muchas mujeres: “La relación duró muy poco, porque pronto ella
comprendió que estaba viviendo con dos hombres diferentes. El que todos
conocían era bullanguero, servicial, generoso y ganaba un buen dinero en su
oficio, pero no ahorraba, porque siempre estaba dispuesto a comprar cosas
superfluas, apostar o prestarles a los amigos. Ella se enamoró de esa versión
del hombre, el alma de la fiesta, pero descubrió que por dentro llevaba un
monstruo agazapado, que emergía con el alcohol” (p.93).
Auri Lizundia, pseudónimo de Nerea Azkona, quien en plena
pandemia creó con una socia AIEDI Faktoria,
“una cooperativa de iniciativa social que apuesta por el acompañamiento y la
capacitación para crear círculos virtuosos de personas felices en
organizaciones sostenibles y que utiliza la Agenda 2030 y los ODS como hoja de
ruta y las perspectivas sostenibles, de género, inclusiva e intercultural como
brújula”, en Madre en duelo nos habla desde su experiencia de un tipo de
violencia que muchas mujeres hemos sufrido sin saber su nombre, violencia
obstétrica. “Las mujeres sufrimos violencia machista en muchos ámbitos. En
realidad importa bien poco lo que nos pase: la cuestión es violentarnos. Y,
cuando hablamos de embarazos, partos y pospartos, la violencia obstétrica e
institucional entra en juego. No es una violencia nueva para nosotras, pero son
momentos en que las cotas llegan a niveles altísimos e incluso a contrasentidos
(…) Cuando hablamos de mujeres y de sus derechos, la sociedad tiene la luz
desenfocada. Si nos matan, el foco se pone en nosotras en vez de en los
agresores. Si nos quedamos embarazadas, el foco se pone en lo que se está
gestando, por lo que el aborto será estigmatizado y, si el bebé nace muerto,
como veremos, la luz del foco directamente se apaga” (pp.9-12).
Presentado cada uno de los libros, ¿por qué leer es peligro? A mí, leer historias de mujeres contadas por
mujeres me reafirma en el feminismo. Me encanta escuchar la voz de las
mujeres sin intermediarios. Me hace aún más consciente de las dificultades,
obstáculos, miedos que las mujeres viven y han vivido a lo largo de la historia,
así como de lo necesario que es seguir trabajando para que la igualdad real se
haga efectiva. ¡Ojalá llegue el día en que el feminismo no sea necesario!
Además, las conquistas son frágiles, muy frágiles. ¡Que se lo digan a Viviana
Sansón, la Presidenta del PIE, que sufre un atentado porque los hombres se
sienten amenazados por la nueva posición de las mujeres en Fanguas! (El país de las mujeres, Gioconda Belli).
O a las mujeres y niñas migrantes, o a las atrapadas en conflictos bélicos, o a
aquellas que viven bajo ciertas dictaduras… Y que conste que soy muy consciente
de que escribo esto desde el lado del privilegio.
Además, estas
lecturas coinciden en el tiempo con un hecho real que ejemplifica a la
perfección el machismo imperante, el beso en la boca no consentido de Luis
Rubiales (Presidente de la Real Federación Española de Fútbol) a Jenni Hermoso
(Jugadora de la Selección de fútbol española) en la ceremonia de entrega de
medallas del Campeonato Mundial de Fútbol Femenino 2023. Cuando escuché la
supuesta excusa que Rubiales dio en un vídeo no daba crédito: “Pues, porque en
un momento de máxima efusividad, sin ninguna mala intención, sin ninguna mala
fe, pues bueno, ocurrió lo que ocurrió, yo creo que de manera muy espontánea
(…) Repito: sin mala fe por ninguna de las dos partes” (ver Labari, 2023). ¿Ninguna de las dos partes? ¿Alguna vez se entenderá plenamente qué
significa el consentimiento? Y la guinda la puso con el discurso en la Asamblea
de la Federación [Animo a leer el artículo de mi compañera de universidad, Gutiérrez (2023)]
Para terminar, una
poesía y una recomendación, el documental Woman, realizado a través de 2000
entrevistas en 50 países, que es “un mensaje de amor y esperanza enviado a
todas las mujeres del mundo. Un intento de comprender su vida, medir el progreso
realizado, pero también todo lo que queda por hacer”.
Referencias
- AIEDI Faktoria (2021, 20 julio). Érase una vez AIEDI faktoria. https://aiedifaktoria.com/erase-una-vez-aiedi-faktoria/
- Allende, Isabel (2023). Violeta. Barcelona: DeBolsillo.
- Allende, Isabel (2023). El viento conoce mi nombre. Barcelona: Plaza & Janés.
- Belli, Gioconda (2023, original 2010). El país de las mujeres. Barcelona: Seix Barral.
- Eldivanrojo (2011, enero). Manifiesto del Partido de la Izquierda Erótica (PIE) – Extracto de Gioconda Belli. https://eldivanrojo.com/blog/2011/01/primera-propuesta-de-campana-publicitaria-del-pie-partido-de-la-izquierda-erotica-extracto-de-gioconda-belli/
- Gutiérrez, Miren (2023, 29 de agosto). Las 7 estrategias del antifeminismo que esconde el discurso de Rubiales. The conversation. https://theconversation.com/las-7-estrategias-del-antifeminismo-que-esconde-el-discurso-de-rubiales-212411
- Labari, Nuria (2023, 23 agosto). Las disculpas que condenaron definitivamente a Rubiales. El País. https://elpais.com/opinion/2023-08-23/las-disculpas-que-condenaron-definitivamente-a-rubiales.html
- Lizundia, Auri (2023). Madre en duelo. Editorial Gato Mojado.
- Polo Alonso, Ana (2022, 23 enero). Isabel Allende publica 'Violeta', una historia de amor, muerte y liberación entre dos grandes pandemias. El independiente. https://www.elindependiente.com/tendencias/2022/01/23/isabel-allende-nueva-novela-violeta/
- Porras, Ana (2021). Vacíos y otras taras. Independently published. https://anaporras.com/vacios-y-otras-taras
- Roussou, Olga (2012). Descubriendo El país de las mujeres y los resultados de un feminismo original [Tesina SPAK01] Lunds Universitet. https://lup.lub.lu.se/luur/download?func=downloadFile&recordOId=2797091&fileOId=2797100
- Zabalbeascoa, Anatxu (2020, 25 enero). Entrevista. Gioconda Belli: “Las mujeres mezclamos menos que los hombres el poder y el sexo”. El País. https://elpais.com/elpais/2020/01/20/eps/1579520691_084992.html