El 22 de enero de 2014 asistí a la presentación del libro de Rafael Bisquerra (Catedrático de Orientación Psicopedagógica en la Universidad de Barcelona y experto en Educación emocional) cuyo título encabeza este post. El acto estaba organizado por el Consorcio de Inteligencia Emocional y Deusto Innovación Social. Voy a presentar aquí algunas de las reflexiones que allí se compartieron o que a mí me suscitó la conferencia, junto con algunos fragmentos del libro.
Si nos fijamos en el subtítulo del libro, Cinco pilares para el desarrollo del bienestar personal, social y emocional, tenemos la clave del contenido del mismo, que se podría resumir gráficamente con la Flor de Benicia (bienestar basado en la ciencia ► bienestar y ciencia ► benestar i ciència (en catalán) ►Benicia). Veamos en qué consiste cada uno de los 'pétalos':
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Flor de Benicia (Bisquerra, 2013:172) |
Bienestar material. Existe evidencia empírica de que este bienestar es básico y que alcanzado un umbral a mayor bienestar material no hay mayor felicidad. Las administraciones públicas deben asegurar un ingreso, una educación y una sanidad básicas, que deben estar cubiertas por el hecho de ser persona. "La política debe preocuparse en primer lugar de que las necesidades básicas de la ciudadanía estén satisfechas. A partir de allí, fomentar el bienestar emocional en función de las ciencias del bienestar. Esto es un factor importante para la estabilidad política, el progreso social y el fortalecimiento de la democracia" (Bisquerra, 2013: 178).
Bienestar físico. Tenemos bienestar físico cuando tenemos salud, que es algo que a veces no valoramos suficientemente hasta que la perdemos. La salud es algo que se va construyendo, es un proyecto personal y social de construcción. Depende, en gran parte, de los estilos de vida saludable: alimentación sana, ejercicio, descanso suficiente, no exponerse a riesgos, etc.
Bienestar social. Dentro de éste podemos distinguir tres niveles: 1)
político, que depende de las condiciones sociopolíticas (paz, justicia, libertad, seguridad, etc.); 2)
comunitario, que depende de las relaciones con el contexto más cercano (vecindario, comunidad, trabajo, etc.); y 3)
interpersonal, que está condicionado por las relaciones más íntimas, que son personas con las que interaccionamos casi a diario (pareja, hijos, padres, amistades íntimas).
Bienestar profesional. Tiene que ver con la satisfacción en el ejercicio de la profesión. Pasamos la mayor parte de nuestra vida consciente trabajando y este bienestar no se da sólo por la nómina sino también por una serie de características que lo enriquecen y, además, depende de la actitud que tengamos ante la vida y la profesión (
engagement). Fluir (estado en el que se está completamente inmerso en lo que se está haciendo y que produce sensación de éxito y bienestar) en el trabajo debería ser un objetivo para todos. "Tener un buen trabajo" significa tener y hacer un buen trabajo.
Bienestar emocional. Es algo personal, interno, subjetivo. Puede estar presente en el bienestar profesional y en el social. Supone la experiencia de emociones positivas. Todas las personas anhelamos la felicidad, que podríamos definir como la experiencia de emociones positivas, satisfactorias; experimentar el gozo que nos provee lo que sentimos, pensamos y hacemos. Este tipo de bienestar es en el que estamos menos entrenados. Cuando tenemos palabras para distinguir matices es porque tenemos un mayor conocimiento. Los esquimales distinguen muchos tipos de hielo y nieve, la que sirve para construir iglús, la que se puede pisar con el trineo, la que sirve para calentar y convertir en agua, etc. Sólo cada uno de nosotros podemos decir en qué grado nos sentimos bien y con qué matices. Podemos distinguir entre dos tipos que son necesarios y complementarios.
Bienestar hedónico, el proporcionado por los sentidos (una vista bella, una música que nos gusta, una buena comida, etc.). Y
Bienestar eudemónico,
que atendiendo a la etimología significa "buen destino"; tiene que ver con la satisfacción con la vida en sentido amplio; está relacionado con la prosocialidad (contribuir al bienestar social es una de las mejores estrategias para construir el propio bienestar, la energía dedicada a otros sin esperar nada a cambio nos da gran satisfacción - en general nos gusta más hacer un favor que pedir un favor). El bienestar emocional puede abrir la puerta a la espiritualidad, que no hay que confundir con religión o confesión, ya que permite desarrollar la conciencia y esta facilita la atención y concentración.
Para que lo anterior sea posible tenemos que construir
organizaciones dirigidas al bienestar, a la cimentación del bien común, el bien global de la ciudadanía. Al hablar de organizaciones no sólo hay que pensar sólo en las empresariales, también hay que prestar una atención especial a las relacionadas con las política, la salud y la educación, ya que "pueden jugar un papel preponderante en el bienestar personal y social" (Bisquerra, 2013: 141).
"Cada persona debe tomar conciencia de su propia responsabilidad ante el propio bienestar; la sociedad en general se debe proponer el bienestar como objetivo; desde la educación se deben impartir los conocimientos necesarios para que cada uno pueda cuidar su propio bienestar y ayudar a los demás a cuidar el suyo. La política tiene la finalidad de hacer posible que crezcan muchas 'flores del bienestar'. La sociedad en su conjunto puede cooperar en la construcción del
jardín de Benicia. Todo esto es un
florecimiento hacia formas más satisfactorias de vida y de relaciones sociales" (Bisquerra, 2013: 172)
El libro acaba de forma rotunda con una declaración de principios que compartimos: "El bienestar de un país debería medirse y analizarse de igual forma que se hace actualmente con el PIB. Esto probablemente contribuiría a un acercamiento entre la clase política y la ciudadanía, ya que atendería a los intereses y necesidades de las personas" (Bisquerra, 2013: 179)
Bibliografía:
- Bisquerra, Rafael (2013): Cuestiones sobre bienestar. Cinco pilares para el desarrollo del bienestar personal, social y emocional. Madrid: Editorial Síntesis.