viernes, 9 de agosto de 2024

Muchas horas y poco tiempo

[Entrada publicada originalmente el 08.03.2010 en el Blog de Inteligencia Emocional de EITB, desaparecido el 01.07.2024]

El lema de la campaña de Emakunde para el Día Internacional de las mujeres de 2010 reza: “Muchas horas y poco tiempo”. Pero el cartel va más allá: Muchas horas para el trabajo, las tareas domésticas y de cuidado... y poco tiempo para actividades sociales, cultura, ocio. Da qué pensar...

Como señala Emakunde la campaña parte de estas realidades:

  • Existe un desequilibrio entre los usos del tiempo personal, social, familiar y laboral de las personas.
  • Existe un uso diferenciado del tiempo por parte de las mujeres y los hombres en el ámbito privado y público.
  • La falta de redistribución del tiempo de trabajo doméstico y de cuidados entre mujeres y hombres genera un uso diferencial del tiempo en el ámbito público por parte de mujeres y hombres.
  • La falta de redistribución del tiempo de trabajo en el ámbito privado genera consecuencias negativas en la posición, autonomía económica, condiciones de vida y salud de las mujeres
  • El uso diferencial del tiempo de mujeres y hombres constituye un importante freno para el avance en el objetivo de la igualdad. Este último punto me parece el más significativo y, en cierta medida, engloba a los demás. Mientras no exista un uso equitativo del tiempo no podrá haber igualdad real de oportunidades. Y no es sólo un problema de las mujeres...

Igualmente, Emakunde indica que “según los últimos datos de la Encuesta de presupuestos del tiempo (2008) de EUSTAT, las mujeres emplean en las labores domésticas 3 horas y 33 minutos al día, 2 horas y 4 minutos más que los hombres. (...) En cuanto al cuidado de las personas del hogar, ya sean menores o personas mayores, a las mujeres esta actividad les ocupa 2 horas y 18 minutos, mientras que a los hombres 1 hora y 41 minutos”. Si multiplicamos esto por 7 días a la semana... da mucha diferencia en dedicación, y en tiempo de uso personal.

 En nuestra sociedad actual, tal y como nos hemos organizado la vida, una de las quejas más habituales es la de la falta de tiempo. Si a eso le añadimos el hecho de ser mujer trabajadora y con personas dependientes a su cargo el panorama se complica. Y lo hace aún más si esta mujer no tiene pareja o está separada o divorciada.

 Además, pareciera que las mujeres vivimos arañando el tiempo para poder darnos algún ‘lujo’ (véase comer con una amiga, ir a un spa o al cine); y al hacerlo puede que sintamos que ese tiempo se lo estamos robando a nuestra familia o nos lo ‘regala’ nuestra pareja. En cierta medida nos sentimos culpables por dedicarnos un tiempo a nosotras; por cuidarnos. Esto se debe, en parte, a un mal entendido concepto de las responsabilidades familiares; que no son sólo cosa nuestra pero, muchas veces, así lo vivimos.

 Como punto final suscribo lo que dice el cartel: Hagamos un reparto más racional e igualitario del tiempo personal, social, familiar y laboral. Es una cuestión de justicia y la clave para el avance social hacia la igualdad. Animo a quien se sienta interpelado por lo aquí expuesto a participar en alguna de las actividades de El Foro para la igualdad de mujeres 2010, cuyo eje central será “Nuevos tiempos para una organización corresponsable”, y que se celebrará del día 10 al 30 de mayo.

 ¿Usted qué opina?


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