El viernes fui a ver El gran Gatsby. Resultó
ser muy entretenida, con demasiados estímulos en algunos momentos, pero una
banda sonora preciosa… y lo mejor… contaba una gran historia. La historia de un
hombre de origen muy humilde que consigue amasar una fortuna con un único
objetivo, reconquistar al amor de su vida, una mujer de familia bien que se ha
casado con un hombre rico que no le hace feliz y que le engaña, además de con
una amante fija, con toda mujer que se le pone a tiro. Consigue reencontrarse
con ella a través del primo de ésta, que es su vecino y quien narra la historia; inician una relación, él sueña con hacer su vida con ella, pero se mezclan los
celos, el poder, la ambición y el final es trágico. Tremendas las palabras del
marido rico, acostumbrado a conseguir lo que quiere, dirigiéndose a Gatsby a quien considera inferior… “Nosotros nacimos diferentes… lo
llevamos en la sangre”…
Y como me gustó mucho la
interpretación de Di Caprio, a quien la crítica no ponía nada bien (es difícil salir
airoso de la comparación con Robert Reford), el sábado vi una película que
“siempre me había dado mucha pereza”… Titanic. 15 años después de su estreno yo
apenas había visto más que la conocida escena en la proa del barco. Una tierna historia de amor que tiene como telón de fondo la tragedia del
hundimiento del Titanic. Una conmovedora historia narrada por su protagonista
que recuerda con viveza y ternura su amor de juventud. Tremendo retrato de las
diferencias de clases... Me llamó la atención la escena en la que les miran a los
de tercera clase si tienen piojos antes de embarcarse… Impactante y de alto contenido espiritual la escena de
la orquesta tocando hasta el final y el mensaje de despedida: “Señores, ha sido
un honor tocar con ustedes esta noche”... Sobrecogedora la escena del bote salvavidas
volviendo, demasiado tarde, a ver si había supervivientes y encontrando únicamente personas
muertas por congelación flotando…
Preciosa la canción en
cuya letra nunca había reparado…
Love can touch us one time
and last for a lifetime
And never let go till we're gone.
[…]
You're here, there's nothing I fear
And I know that my heart will go on.
We'll stay, forever this way
You are safe in my heart
and my heart will go on and on.
Hay momentos de nuestra vida que están irremediablemente unidos a una canción…
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