lunes, 24 de junio de 2013

Lo importante es la persona


El jueves, día 20 de junio, asistí a la presentación de un interesante trabajo Gestión de competencias clave en las organizaciones del Tercer Sector Social en la que mi querido amigo Rogelio Fernández dictaba la ponencia marco. Ésta versaba sobre un tema en el que estamos absolutamente de acuerdo y que transmitimos en todos los cursos y conferencias que damos: "Lo importante es la persona", o como reza el lema de nuestra universidad "El valor es la persona". (Sirva de foto de este post una de las diapositivas de la presentación).

Creo que es difícil rebatir lo contrario, es más, no sería "políticamente correcto". Está claro que en la sociedad del conocimiento y la información no se puede hablar de fuerza de trabajo o mano de obra. Nos encontramos con personas altamente cualificadas, con una gran formación cuyo principal valor es el conocimiento que no se 'vende' a cambio de dinero. Hoy en día, aunque al ser un periodo de crisis habría que matizar mucho, las personas buscamos en el trabajo algo más que dinero, buscamos sentido.

Sin embargo, la realidad se impone e igual que existen relaciones tóxicas, encontramos desgraciadamente incontables organizaciones y líderes tóxicos. Y como señala Carlos Losada, Director General de ESADE, "los líderes tóxicos hacen mucho daño a las empresas y a la sociedad”. Duele ver como en muchas organizaciones se dan relaciones tóxicas; se promociona a personas que demuestran escasas o nulas dotes de liderazgo, pero mucha capacidad de "machacar" a su gente; triunfa la mediocridad y se castiga la excelencia; se echan por tierra proyectos que han supuesto mucho tiempo y esfuerzo y que muchas veces son muy reconocidos y valorados fuera de la organización; se desbaratan equipos que funcionan; se deja ir (o incluso se "impulsa" a marcharse) a profesionales excelentes; personas que han dado lo mejor de sí mismas durante años salen por la puerta de atrás; se hace la vista gorda ante casos de acoso... Y no pasa nada... Bueno, parece que no pasa nada porque la organización se resiente... Y más si todo esto se adereza con mensajes apelando a la necesidad del compromiso y la implicación, la excelencia de la transparencia y la fuerza de un proyecto de futuro...

Rogelio recordó unas estupendas palabras de Santiago García Echevarria que indican que hay que aunar la lógica económica y la lógica social. «Ambas [lógica económica y lógica social] son componentes inseparables de una misma realidad humana y, por tanto, la economía no puede entenderse vectorialmente, esto es, en términos de mínimos y máximos, sino que tiene que interpretarse espacialmente, integrando ambas dimensiones. Quiere decir que la relación entre la lógica económica y la lógica social genera el espacio ‘ético’… y ese espacio puede o no coincidir con el espacio ‘legal’" (García Echevarria, 2010, p.269).

Y que conste, que a pesar de todo... Sigo creyendo que lo importante es la persona, que uno elige la actitud que tiene ante el trabajo (independientemente de las circunstancias en las que se desarrolle) y que con el ejemplo podemos producir un gran cambio...

  • Bibliografía: García Echevarria, Santiago (2010): “Cómo enseñar ética en el ámbito económico –empresarial. Un debate abierto” en Guibert Ucin, s.j., José María (Coord.): Cooperativismo, Empresa y Universidad. In memoria de Dionisio Aranzadi Telleria, s.j. Bilbao: Universidad de Deusto, pp. 263-288.


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