Mi hijo mayor hace ahora un año estaba decidiendo qué
estudiar. Como madre, lo más importante
para mí era que eligiera algo que le atrajera y le motivara lo suficiente
para no desistir y completar su formación universitaria, con la visión clara de
que una vez terminado el grado tendrá que seguir especializándose. Además, se
da la circunstancia de que soy profesora universitaria y tengo ya bastante
experiencia en este mundo. Voy a recoger
aquí lo que me hubiera encantado poder comentar con él, pero soy su madre y
una pesada por definición (va en el rol)… Siempre me queda la esperanza de que el
pequeño, que el próximo año por estas fechas estará eligiendo, me haga algo de
caso…
- Lo primero de todo es que soy consciente de que ha llegado tu momento. Ansiabas cumplir 18 (no sé muy bien qué esperabas que pasara) y si hay algo claro es que si eres libre eres responsable. Tú decides y tú asumes lo que decides… Parafraseando el poema del inicio… eres el amo de tu destino, el capitán de tu alma. Estoy aquí para apoyarte y acompañarte, pero el vuelo tienes que emprenderlo solo. Te ayudaré a levantarte si te caes pero no voy a evitarte la caída… forma parte del aprendizaje (por más que a mí también me duela).
- Cuando elijas estudios no te centres en los que te han dicho otras personas: profesorado, orientadores, familiares, amigos… ni siquiera en lo que yo te he dicho (con todo el amor que te tengo y lo que te conozco). Escucha a otras personas pero, sobre todo, escúchate tú. Mira hacia dentro y hacia lo lejos. Qué es lo que te gusta, lo que te motiva, lo que haces bien, qué te ves haciendo en un medio plazo, qué tipo de actividades quieres desarrollar, cuáles son tus fortalezas… qué te hace vibrar. Aunque desde pequeño hayas tenido claro qué estudiar haz este ejercicio… Estoy convencida de que no hay carreras con salidas o sin salidas… La empleabilidad es más una cuestión de actitud.
- Ten claro que en cualquier carrera que estudies tendrás materias que te gustarán más y que te gustarán menos. Lo mismo ocurrirá con el profesorado. Para obtener el grado tendrás que completar el plan de estudios fijado, igual que tuviste que aprobar Bachiller para llegar hasta aquí.
- Estás en un momento de muchas novedades y oportunidades. En la universidad vas a encontrar nuevas personas, temas, realidades, ambientes… Eso ayudará a abrir tu mente y tu visión del mundo. Aprovecha esa gran diversidad. No te juntes sólo a lo cercano y conocido… Por supuesto, desde la prudencia y el respeto…
- Algo que te va a venir bien es conocer el entorno y los servicios. Hasta ahora dominabas el colegio. Conocías los rincones y las personas. Ahora te vas a enfrentar a algo más grande, con sus formas de hacer, sus horarios, sus normas… La universidad es mucho más que las aulas… ¡Infórmate y participa! Ahhhh… y entérate bien dónde tienes clase. Puede ocurrir que de una hora a otra tengas que cambiar. Incluso puede que tengas compañeros y compañeras diferentes en cada asignatura porque se suman personas de otros grados.
- Tienes que hacer un cambio de chip importante: Autonomía. Hasta este momento todo estaba muy pautado y controlado. Te hacían seguimiento. Si faltabas a clase nos informaban. Ahora eres tú el que decide. Aunque nosotros te paguemos los estudios no nos van a informar de cómo vas. Si no entregas un trabajo o una práctica no te la van a reclamar… lo notarás en la calificación final… Y no te preocupes, aunque tenga amistades entre el profesorado que te da clase no me pueden dar información… Este es el momento de aprender en la práctica eso que siempre te he repetido, como la canción: “Nunca una ley fue tan simple y clara: acción, reacción, repercusión”… La responsabilidad es la otra cara de la libertad.
- Te vas a encontrar con un alto nivel de exigencia. Estás acostumbrado a preguntar qué entra en el examen… Entra lo que has visto en clase y también lo que no has visto. Leerte las diapositivas varias veces no es suficiente. Te recomendarán bibliografía para que profundices o para que trabajes algunos temas… Eso también forma parte de la asignatura. No te van a evaluar por tu memoria sino por tus conocimientos y tus competencias.
- La universidad supone dedicación… Cada semestre está organizado para que lo pueda sacar un alumno o alumna con una dedicación completa (esa es la Filosofía de los ECTS). Eso no quiere decir que te tengas que concentrar sólo en estudiar. Es todo cuestión de organizarse y planificar: clases, cursos, conferencias, deporte, extras…
- Los primeros días son muy importantes (y esto te lo digo para cada nuevo semestre que enfrentes). En ellos cada profesor o profesora te presentará el programa, la guía de la asignatura, fechas y procedimiento clave... Tienes que tener presente el binomio Profesor(a)/Materia que implica: métodos de enseñanza/aprendizaje, sistema de evaluación, indicaciones para la entrega de trabajos y prácticas… Cogerle el ‘truco’ a uno no quiere decir que lo tengas para todos, ni siquiera para una nueva asignatura con esa misma persona.
- Acostúmbrate a resolver las dudas de primera mano. Quien mejor te puede decir las fechas, los contenidos, el objetivo, cómo hacer un trabajo… es el profesor o profesora correspondiente, por muy buenos que sean tus compañeros y compañeras… Eso sí, pregunta y consulta en su justa medida. Tampoco des la impresión de que eres muy inmaduro o inseguro. Eres capaz, por eso has llegado hasta aquí.
- En todo tu proceso universitario contarás con el servicio de tutorías que te puede ayudar en aspectos tanto académicos como extra académicos.
Y para terminar… si te equivocaras, si por el camino vieras que ahí no
está tu futuro, no tengas miedo en rectificar. Yo te apoyaré, aunque refunfuñe
un poco… Lo más importante para mí es que seas una buena persona y estés a
gusto con lo que haces…
Podría decir como siempre, que es un excelente artículo, pero tengo que agregar que es hermoso, está lleno de amor y respeto. Es el momento en que tenemos que soltar a los hijos y confiar en que les hemos dotado de buenos principios y buenas herramientas para sobrevivir y destacar de acuerdo a sus habilidades y capacidades personales. Un abrazo desde Coatza, México. Ricardo García.
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