Ayer fui al aeropuerto a despedir a un amigo que se marchaba a empezar un nuevo proyecto profesional al otro lado del océano. En unos días le seguirán su mujer y sus hijos. Fue una despedida agridulce... Me alegro porque es una muy buena oportunidad para ellos que, además, les va a permitir estar más cerca de sus familias. Me contagiaba de su ilusión por el nuevo comienzo y los apasionantes retos que les esperan. Sin embargo, también sentía tristeza porque esta despedida va a ser más larga que otras, porque no va a ser tan fácil seguir compartiendo espacios y momentos.
Vienen a mí en estos momentos unas palabras del gran Khalil Gibran, La amistad ("El profeta"):
Y un adolescente, dijo: Háblanos de la amistad.
Y él respondió, diciendo: Vuestro amigo es a la medida de vuestras necesidades.
Él es el campo que sembráis con cariño y cosecháis con agradecimiento.
Es vuestra mesa y el fuego de vuestro hogar.
Pues vais a él con vuestro hambre y lo buscáis en procura de paz.
Cuando vuestro amigo manifiesta su pensamiento, no teméis el "no" de vuestra propia opinión, ni ocultáis el "sí".
Y cuando él se calla, vuestro corazón continúa escuchando a su corazón.
Porque en la amistad, todos los deseos, ideas y esperanzas, nacen y son compartidas sin palabras, en una alegría silenciosa.
Cuando os separéis de vuestro amigo, no os aflijáis. Pues lo que amáis en él, puede tornarse más claro en su ausencia, como para el alpinista aparece la montaña más clara, vista desde la planicie.
Y que no haya otra finalidad en la amistad que no sea la maduración del espíritu.
Pues el amor que procura otra cosa que no sea la revelación de su propio misterio no es amor, sino una red tendida, y sólo lo inútil será en ella atrapado.
Y que lo mejor de vosotros mismos sea para vuestro amigo.
Si él debe conocer el flujo de vuestra marea, que conozca también su reflujo.
Pues, ¿qué será de vuestro amigo si sólo le buscáis para matar el tiempo? Buscadle siempre para las horas vivas.
Pues el papel del amigo es el de henchir vuestras necesidades, y no vuestro vacío.
Y en la dulzura de la amistad, que haya risa y compartir de placeres. Pues en el rocío de las pequeñas cosas, el corazón encuentra su amanecer y halla su frescor.
"No es más que un
hasta luego
no es más que un
breve adiós"
¡Hasta pronto Yovanni, Andreína, Marigio y Juan Ignacio!
¡Gracias por todo lo compartido y lo que hemos de compartir!
¡Hasta pronto Yovanni, Andreína, Marigio y Juan Ignacio!
¡Gracias por todo lo compartido y lo que hemos de compartir!
Querida Aran, creo que algo de tí se va con ellos también...y eso es gratificante...
ResponderEliminarAbrazos amiga...Florina
Cuando un amigo se va (Alberto Cortez)
ResponderEliminarCuando un amigo se va,
queda un espacio vacío
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo.
Cuando un amigo se va,
queda un tizón encendido
que no se puede apagar
ni con las aguas de un río.
Cuando un amigo se va,
una estrella se ha perdido
la que ilumina el lugar
donde hay un niño dormido.
Cuando un amigo se va,
se detienen los caminos
y se empieza a revelar
el duende manso del vino.
Cuando un amigo se va,
queda un terreno baldío
que quiere el tiempo llenar
con las piedras del hastío.
Cuando un amigo se va,
se queda un árbol caído
que ya no vuelve a brotar
porque el viento lo ha vencido.
Cuando un amigo se va,
queda un espacio vacío
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo.