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tomada de: https://www.psicoactiva.com/blog/100-frases-la-confianza/
El pasado 10 de octubre asistí a un curso organizado por el
Servicio de Orientación Universitaria de la Universidad de Deusto con el título
“La construcción del vínculo en los
procesos de acompañamiento”, impartido por Angela Pérez Burgos, Psicóloga y formadora del Modelo Relacional en el ámbito
Social y Clínico. Voy a compartir lo aprendido que, en mi opinión, sirve tanto
para el espacio tutorial, como para cualquier vínculo que queramos construir.
Empezamos el curso con una pequeña meditación a partir de la
respiración. De esa forma conectamos con el “aquí y ahora”, intentando dejar de
lado lo ajeno al curso. A continuación, un pequeño ejercicio de
autoconocimiento -el
mejor punto de partida tanto para el aprendizaje como para la construcción de
vínculos; conocerme para conocer-.
Cada persona señaló una fortaleza y un área de mejora en su labor tutorial.
La tutoría es un proceso de guía, de orientación. En
principio está dirigida a mejorar el rendimiento académico, pero quien se nos acerca es una persona, con
toda su trayectoria vital, no sólo un estudiante, una estudiante. Por eso
debemos preguntarnos qué podemos hacer para que la relación fluya, cómo
centrarnos en pasar de la relación al
vínculo, cómo generar confianza y seguridad. Hay tres elementos a
considerar: el tutor o tutora, el o la estudiante y la relación que fluye.
Es muy importante hacerme
consciente de cómo estoy y cuál es mi estilo de comunicación que es fruto
de mi historia personal -para
poder adaptarlo al de la persona que acude a la tutoría-. Favorecemos que el vínculo
avance en la medida que somos capaces de generar confianza y seguridad. También
la flexibilidad lo facilita.
Es fundamental la presencia:
estar accesibles, hacernos presentes, posibilitar espacios de encuentro. La
calidad relacional depende de que la persona se sienta reconocida, escuchada,
no juzgada. Esto tiene que ver con la normalización.
Quien se nos acerca puede estar viviendo cosas por primera vez o cosas que quizá
no esté gestionando bien. En esa situación ayuda el: “es lógico lo que te está
pasando”, “hay más personas a las que les ocurre lo mismo”, aunque haya cosas
que choquen con nuestra vivencia -es
bueno preguntarnos cómo recibimos lo que la otra persona nos cuenta, cómo nos
resuena- . Tiene
que ver también con la validación.
En ocasiones las personas vienen desbordadas, desanimadas, y puede ser lógico.
Hay que entender y acoger ese malestar para poder afrontarlo. La presencia, la
validación, la normalización se transmiten también sin palabras -cuidemos la comunicación
no verbal-.
Tengamos en cuenta que sin la resonancia emocional, resonancia afectiva, no se da un espacio
auténtico y relajado. Debemos procurar
dar un espacio de acogida, de protección, de esperanza, de escucha compasiva.
Hay que dar tiempo y espacio para que la persona se desahogue, para que
comparta. Una veces puede ser enfado, otras tristeza, también alegría… El “no
es para tanto”, no ayuda en absoluto, es minimizar la vivencia de la otra
persona. Puede ocurrir que no consigamos resonar, o no sepamos qué hacer.
Siempre cabe el ofrecer, o sugerir, ayuda terapéutica.
A veces nos lanzamos a interpretar
conductas. Es mejor preguntar de forma respetuosa, dar la posibilidad de
que la persona se explique: “Te noto más…”, que no: “Cuéntame qué te pasa”.
También podemos probar preguntando cómo está la persona con nosotros, con nosotras:
“¿Cómo te está resultando la tutoría? ¿Hay algo que te gustaría cambiar?”.
Una reflexión a hacer es el uso del nombre propio dentro de la relación: “Buenos días, X”. Puede
enriquecer la relación, hacer el vínculo más personal. Permanentemente debemos
preguntarnos qué podemos poner dentro de la presencia que enriquezca la
seguridad del espacio.
También debemos adaptar los ritmos internos. Cada persona lleva a la relación el cómo es:
perfeccionista, con un estilo de liderazgo propio, con tendencia salvadora o a
dar consejos…
Me quedo con una idea final: una relación de calidad humana puede transformar la vida de una persona.
No sabemos ni cuándo ni cómo podemos influir en la vida de otra persona. Generemos
vínculos que transforman y que nos transforman.
- Angela Pérez Burgos https://www.linkedin.com/in/angela-p%C3%A9rez-burgos-4aa8772a
- Damar (2022, 2 noviembre). Los principios filosóficos de la Psicoterapia Integrativa. https://www.centrodamar.com/los-principios-filosoficos-de-la-psicoterapia-integrativa/



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