A raíz de la última entrada del blog en la que escribía una carta a mi yo con 20 años un buen amigo me escribía una reflexión por guasap que comenzaba: “Desde hace tiempo
me ronda en la cabeza la pregunta: ¿qué anima a algunas personas a contar
su vida en un blog?”. Yo no sé qué les lleva
a otras personas a hacerlo. Eso sí, tengo
muy claro qué es lo que me mueve a mí y para qué lo hago.
Iniciaba la primera entrada de este blog, 10 de junio de 2013, diciendo: “Empiezo hoy una aventura que hace tiempo que
quiero emprender... Escribir me relaja, me centra, me ayuda a poner las cosas en perspectiva... Lo hago
para mí, y si a otros les sirve lo que escribo... ¡MEJOR!”. Para entonces ya llevaba
años escribiendo en el Blog de Inteligencia Emocional de Eitb [desaparecido el 01.07.2024]. Desde joven
tengo escritos diarios y cuadernos de oración. Esos son mis tesoros. Igual
que cartas que conservo de personas importantes en mi biografía que me transportan
en el tiempo y alimentan mis recuerdos. Cuando más he escrito ha sido en las encrucijadas. “En etapas cruciales de
la vida, cuando se atraviesa un duelo, se afronta una enfermedad o se encara
una crisis, el diario es una casa donde acudir en busca de luz, consuelo y
calor” (Rebón, 2019). “Plasmar en un cuaderno o en un blog las vivencias del
mundo emocional, las dolencias o las frustraciones es una buena herramienta que
ayuda a gestionar dichas circunstancias” (Jarque, 2013). Si dejo de escribir un tiempo lo echo de menos, y cuando lo retomo es
como volver a casa, como encontrar de nuevo el rumbo.
En el blog escribo tanto sobre la lectura que hago de mis
historias personales, como sobre cursos, libros, películas o cualquier cosa que
me haga reflexionar y que quiera conservar y compartir. Es mi repositorio, mi
memoria particular. El lugar al que acudo cuando quiero refrescar alguna
vivencia. A veces, envío algunas entradas a mi alumnado… Hay muchas sobre
comunicación, amor, ética, emociones… Mi
sueño sería que mis hijos leyeran lo que escribo porque estoy segura de que
entenderían mejor a su madre y verían otra cara de algunas situaciones y
experiencias.
Hoy he disfrutado de la entrevista a Jordi Sierra i Fabra
que lleva el sugerente título de “Leer me salvó la vida, escribir le dio un sentido”. Me he
identificado con una idea: “Quería ser escritor, no rico o famoso, eso es otra
historia. El arte se mide por lo que sientes al hacerlo, no por lo que te pagan
por hacerlo. Y yo quería escribir. Era un niño, nada más que un niño que tenía
un sueño. Mi padre me lo prohibió. Mi padre, si me pescaba escribiendo, lloraba”. Escribo porque me siento bien al hacerlo, me libera,
me ayuda a descubrir mis emociones y a matizarlas, aclara mis pensamientos, me
facilita elaborar mi discurso, contribuye a mi búsqueda de sentido… Además, es
muy gratificante recibir feedback
sobre aquello que piensas, sientes y vives. Da pie a una comunicación muy
profunda… Por eso no voy a dejar de hacerlo…
Bibliografía
- JARQUE, Jordi (2013). “Los beneficios de escribir tu diario”. La Vanguardia, 20 de septiembre. Disponible en: https://www.lavanguardia.com/estilos-de-vida/20130920/54389788499/los-beneficios-de-escribir-tu-diario.html [Consulta 12.01.2020]
- REBÓN, Marta (2019, 20 enero). “El hábito saludable de llevar un diario personal”. El País. Disponible en: https://elpais.com/elpais/2019/01/15/eps/1547572418_631818.html [Consulta 12.01.2020]
Gracias Arantza.Hoy he conocido tu blog a través de un poema de Ricardo León, he leído esta entrada y alguna otra y me han encantado así que voy a seguirlo.
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