viernes, 22 de diciembre de 2017

Y nos vamos acercando al final…

Cartel en la entrada del jardín situado detrás de la Basílica de Loyola
Hace ya más de tres años comencé mi personal camino de Ignacio, y ya está llegando al final. La anteúltima etapa han sido cinco días de Ejercicios Espirituales en Loyola. No han podido llegar en mejor momento, el final de un semestre muy duro y la preparación para Navidad. Cómo llegaba: nerviosa, quizá más bien ilusionada; preocupada, dejaba a mi ama en mi casa con mis hijos después de doce días ingresada en el hospital; expectante porque 2018 va a ser un año de cambios y nuevos proyectos. El acompañante que he tenido… un lujo, Richard Gassis, sj.

Día 1: Desaceleración (el tren de alta velocidad llegando a una estación)

Reescribo el salmo 141, Tengo sed de Dios, desde mi situación

“Como busca la cierva corrientes de agua,
así mi alma te busca a Ti, Dios mío,
Tiene sed de Dios, del Dios vivo:
¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios?”

Vengo a ti con el alma cansada y agradecida

CANSADA por el trabajo duro
Por el estudio in extremis
Por la inseguridad de no dominar
Por el día a día con mis hijos
Por las obligaciones atendidas
Por el cuidado en solitario
Por la falta de sueño
Por el dolor del cuerpo que se queja
Por la concentración de trabajo
Por las quejas ahogadas o reprimidas

AGRADECIDA por saberme privilegiada
Por saberme amada
Por sentirme reconocida
Por los dones recibidos
Por la seguridad de mi hogar
Por la bendición de mis hijos
Por el trabajo que no falta
Por la comida en mi mesa
Por las amistades que me flanquean
Por el amado que me hace los días más bellos

TENGO SED DE TI, muéstrame tu rostro,
Déjame curar tus heridas
Ayúdame a sentir tu presencia.

Me impresiona el silencio de las comidas, casi 20 personas reunidas y no se oye nada. Un silencio acogedor, contagioso, elocuente... (A partir de la cena del segundo día solo quedaremos cuatro personas, que se reducirán a tres el miércoles).

Día 2: Desierto, silencio

El tema del día: “Dios me ama”… Y yo vivo el silencio... Me quedo con las últimas palabras que pronunció el P. Arrupe: “Para el presente, Amen; para el futuro, Aleluya”. La llamada… CONFIAR… La mirada amorosa del Padre… “Lo reconoció, se le enterneció el corazón, salió corriendo, se echó al cuello y lo cubrió  de besos” (Lc 15, 1-32).

Día 3: Sonrisa, paz, armonía

El tema del día: “Mi(s) pecado(s) y mis heridas”; siempre a partir de la realidad ultima, “Dios me ama”. Si no, sería insoportable. Se trata de “orar mis miserias”, teniendo en cuenta que “la bicha” va a intentar que me sienta culpable de todo lo negativo  que sale de mí. La culpa debe estar si: 1) tenía conocimiento del mal y de las consecuencias derivadas de él; 2) tenía voluntad de hacerlo y 3) si tenía libertad de hacerlo. “No hago el bien que quiero, sino que practico el mal que no quiero” (Rom 7, 19). Se trata de descubrir lo desordenado que hay en mí  y de tomar la fuerza para ir ordenándolo. Al repasar mi vida con el Señor a mi lado siento la tentación, en algún momento, al mirar algunos episodios  y personas, de juzgar. Sin embargo, la llamada es fuerte a escuchar y mirar a los demás,  y a mí  misma, amorosamente. “Tampoco yo te condeno. Ve y en adelante no peques más” (Jn 8, 11).

Día 4: Nueva mirada

Me quedo, como resumen, con algunas de las palabras de la misa de la mañana. El mejor modo de preparar la Navidad es contemplar la actitud profunda de María, que le lleva a una nueva mirada, a ver en todo y en todos a Jesús. Se dice de Santo Tomás: “Ver para  creer”. Habría  que decir más  bien: “Creer para ver”. Creer cambia la mirada.

En la cena, mis dos compañeros han acabado la experiencia, también acompañados por Richard, y conversamos. Miguel, religioso Camilo argentino que está en formación en Tres Cantos nos cuenta su proceso de fe, como sintió la llamada y las experiencias que le llevaron a los Camilos.  Dorita, madrileña, madre de dos hijos residente en EE.UU. que ha llegado a aquí porque allí está haciendo una formación de “Dirección espiritual” y que gracias a ello hizo el año pasado el mes de ejercicios en Javier también con Richard. Tres desconocidos compartiendo vida y experiencias con un nivel de profundidad que no es común… Una delicia, un encuentro transformador.

Día 5: Corazón esponjado y agradecido
La tarea para hoy, “recoger la experiencia”. Y el día no ha podido empezar mejor. He llegado a la Capilla de la Conversión (mi lugar favorito de Loyola). Las luces apagadas, salvo una luz bajo el altar y la vela del sagrario. Una sombra en la oscuridad sentada en un banco, un jesuita rezando. El ambiente sobrecogedor…
Cómo me voy… con un corazón esponjado y agradecido.
ESPONJADO porque soy consciente de que tengo un corazón de carne y hueso que siente, duele, falla y también ama. “Nosotros amamos porque el nos amó primero” (1 Jn 4, 19).
AGRADECIDO por la experiencia de estos días y de todo el recorrido de la formación. Agradecido a la Compañía, a la Universidad, a mis compañeros y compañeras de camino, a quienes nos han compartido su conocimiento y experiencia, a Richard que me ha acompañado en esta etapa, a quienes he conocido, a quienes nos han acogido y cuidado en la Casa de ejercicios…
Agradecido porque soy más consciente que nunca de los privilegios y dones que hay en mi vida, así como de todas las personas y circunstancias que han hecho posible que esté Aquí y Ahora.
Agradecido porque vislumbro la tarea que tengo encomendada y me siento responsable.
Agradecido porque no me siento sola.
No se me ocurre mejor modo de acabar esta entrada que con el Magníficat (Lc 1, 46-55), “Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava”, en una preciosa interpretación del Gen Verde. Esa es la actitud, ese es el camino.

jueves, 14 de diciembre de 2017

Acoso sexual de segundo orden… y tú qué hiciste…


[He publicado esta entrada el 04.12.2017 en el Blog de Inteligencia Emocional de Eitb-desaparecido el 01.07.2024]

El acoso sexual es todavía en gran medida un tema tabú, un secreto a voces ante el que no se actúa suficientemente (está presente incluso en el Parlamento Europeo). Parece que nadie se atreve a poner nombre a lo que siempre ha existido... y de lo que no se habla se invisibiliza. El pasado 25 de noviembre asistí al Symposium “Acoso Sexual de Segundo Orden: clave para eliminar la violencia de género”, organizado por la Plataforma de Género de la Universidad de Deusto. Participaron en el mismo:
  • Ana Vidu, Investigadora de la Facultad de Derecho.
  • Leire Gartzia, Profesora de Deusto Bussiness School.
  • Estibaliz Linares, Investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas.
  • Maria Luisa Jaussi. Berritzegune Nagusia, Departamento de Educación.
  • Cristina Pulido Rodríguez, Directora del Diario Feminista y profesora de periodismo de la Universidad Autónoma de Barcelona.
  • Modera y dinamiza: Rocío García Carrión, Equipo eDucaR (Ikerbasque Research Fellow)
Una idea marcó toda la jornada, y resume, para mí, todo lo allí expuesto: “Toda persona que ataca a quien defiende a las víctimas de acoso sexual está haciendo acoso sexual de segundo orden”. Como señala la cita de apertura de esta entrada “Si no eres parte de la solución eres parte del problema” (Ruth Milkman). Hay que defender a quien defiende. No se puede erradicar la violencia de género sin eliminar el acoso sexual de segundo orden, que se puede definir como: “la violencia física y/o psicológica contra las personas que apoyan a las víctimas de acoso sexual. Algunas personas, grupos e instituciones que apoyan a las supervivientes se convierten en víctimas de violencia cuando las acompañan en el proceso de denuncia o cuando las defienden frente a la re-victimización”.

Hay muchos testimonios que muestran cómo este acoso de segundo orden, que está presente en todos los ámbitos de la vida, también se da en la universidad.  Patricia Melgar Alcantud , investigadora de CREA y profesora de la Universitat de Girona, señala en un artículo de elperiodico.es: “Si David quiere luchar contra Goliat que no parta de que el resto de compañeros y compañeras se pondrán del lado de la víctima. Aquellos y aquellas que en las reuniones de departamento y las juntas de facultad, cuando yo explicaba los hechos, miraron hacia otro lado se convirtieron en cómplices”. [Para profundizar puede ser de interés ver este extracto del documental  "Voces contra el silencio"].

Parte del problema tiene que ver con lo que se denomina el iceberg de la violencia machista, “o aquella percepción social de que esta violencia solo ocurre cuando violan a una chica, o un hombre mata a su pareja, o un chico pega a su novia. […] Hemos aprendido a contar las víctimas de estas formas más visibles de violencia, pero seguimos sin entender bien el fenómeno de la misma, precisamente por su enorme tamaño y por la diversidad de formas que adopta” (Clara Polo Sabat). La siguiente infografía de Amnistía Internacional habla por sí sola. Y este iceberg  se ha hecho mayor con la incidencia de las redes sociales.


Quienes sufren acoso sexual sufren una triple tortura derivada de la ley del silencio que impone el agresor valiéndose de su poder. “Tortura cuando son acosadas. Tortura cuando denuncian. Y la última tortura, la que parece no acabar nunca: el penoso proceso al que se enfrentan después” (Marta Fernández).  Este hecho lo hemos visto recientemente con en el caso de la joven que sufrió una agresión sexual en Sanfermines de 2016 y que ha hecho que muchas voces se alcen diciendo “Yo sí te creo”.

Para erradicar esta violencia la estrategia más eficaz es la intervención del testigo. Como comenta Ramón Flecha, “el mejor lema internacional de la convivencia es bystander intervention, es decir, todos y todas a una; y también saben que una versión más larga de ese lema es bystander intervention begins by you, es decir, el todas y todos a una comienza por ti”. Es fundamental crear redes de solidaridad y de apoyo a las víctimas. Algunos ejemplos de éstas son:  Asociación de Ayuda a Víctimas de Agresiones Sexuales y Violencia Doméstica [presenta unos pasos y pautas de actuación muy interesantes] o la  Red solidaria de víctimas de violencia de género en las universidades.

Y también es importante crear lazos tanto de sororidad como  de hermandad entre hombres. Son muy bellas las palabras de Marcela Lagarde y de los Rios “¿Qué habría sido de las mujeres en el patriarcado sin el entramado de mujeres alrededor, a un lado, atrás de una, adelante, guiando el camino, aguantando juntas. ¿Qué sería de nosotras sin nuestras amigas? ¿Qué sería de las mujeres sin el amor de las mujeres?”

Una experiencia muy interesante es la de creación de espacios educativos libre de violencia a través del modelo dialógico de prevención y resolución de conflictos. Se trata de socializar a niños y niñas vaciando de atractivo la violencia y dotándoselo a la no violencia y a quien la defiende, y de crear las condiciones para perder el miedo. Como señaló María Luisa Jaussi “quienes apoyan no son ‘buenazos’ o ‘pobrecitos’, son valientes (…) romper el silencio es de valientes, no de chivatos”. Una experiencia exitosa es El club de los valientes de la comunidad de aprendizaje CPI Sansomendi IPI (Vitoria).

Cristina Pulido, Directora del Diario Feminista, habló de cómo existen toda una serie de recomendaciones internacionales sobre cómo cubrir las noticias; además, existen dos opciones editoriales: 1) perpetuar el acoso y 2) contribuir a su solución. El diario que dirige vio la luz el 25.11.2017, y obtuvo casi 5000 visitas en las primeras 48 horas. Reproduzco aquí una parte del Editorial del día del lanzamiento:
“Diario Feminista, será una publicación diaria que trate de todos los temas que hablan otros periódicos también de calidad, pero con una orientación que incluya el mismo tiempo la igualdad y la diferencia de las mujeres, así como el conjunto de derechos humanos de todas las personas. Diario Feminista por otro lado, no es una publicación sobre temas de género sino una publicación sobre todos los temas tratados desde una perspectiva feminista (…) Diario Feminista, se enmarca dentro del sueño de muchas mujeres de lograr sociedades más libres e igualitarias a través de crear un entorno seguro también desde el ámbito de los medios de comunicación. Un tratamiento periodístico feminista, libre de discursos sexistas y posicionado en contra de la violencia de género y el racismo.  Desde una opción plural, donde el único límite es el marcado por la Declaración de los Derechos Humanos, basado en evidencias y no conjeturas, manipulaciones o mentiras, así como en la transparencia, respetando los códigos éticos internacionales periodísticos.”.
Un apunte para que cada uno reflexione… Llegará el momento de rendir cuentas… “Tú estabas allí ¿qué hiciste para apoyar?” Para terminar os dejo un vídeo sobre las I Jornadas sobre el Acoso Sexual de Segundo Orden, celebradas en Barcelona los días 19 y 20 de diciembre de 2016.

domingo, 10 de diciembre de 2017

Diario de una aventura (II)


Ya de vuelta en casa son muchas las emociones y momentos que atesoro en mi corazón de un viaje que ha sido corto pero muy intenso. Me siento muy afortunada y agradecida por todo lo vivido. En otra entrada me centraré en lo relacionado con el curso.

El domingo nos fuimos en una excursión organizada en autobús a Tequila. La guía era genial. Tenía frases estupendas: “Este autobús tiene baño pero no lo vamos a usar porque el aire no circula. Si alguien tiene mucha urgencia que diga y paramos”; “Lo que pasa en Tequila se queda en Tequila… hasta que salga en el Facebook”; “El conductor se llama Rafa. Es ingeniero en navegación terrestre… Las muchachas le llaman bombón”; “Ustedes acuérdense únicamente de quién es su conductor… ¿Qué tal si después del tequila se les olvida todo?”; cuando nos enseñaron las instalaciones de 3 Mujeres nos dijo “por única vez en su vida sigan la luz al final del túnel”; “Si les gustó recomiéndenme a sus amigos… y si no a sus enemigos”.

En las instalaciones de 3 Mujeres, después de ver el proceso de elaboración, hicimos una cata al son de un mariachi… Sin palabras. Probamos cuatro tipos de tequila, a cada cual mejor, y rompope (según internet “bebida tonificante que se prepara con aguardiente, yemas de huevo batidas, leche, azúcar, canela y vainilla”). En medio de un paisaje agavesco, la alegría, los bailes y los cánticos se iban animando por momentos… “El que la pide la baila”. Después comimos y visitamos la fábrica de José Cuervo. Impresionantes instalaciones. Lo que más me llamaba la atención era el olor… Al cocer las ‘piñas’ de ágave en los hornos se desprende un olor dulce, pero no empalagoso, muy agradable que está presente en todo el recorrido. Allí también catamos distintas variedades de tequila… Debían de ser todos muy buenos porque no nos afectaron demasiado. Tanto en un sitio como en otro nos dejaron clara la diferencias entre el 100% ágave (que no hace daño) y el destilado, al que se le añade azúcares y se utiliza para mezclas. El pueblo era pintoresco, muy colorido y con muchos puestecitos. Incluso vimos a unos voladores de Papantla.

El campus del TEC era magnífico, lleno de zonas verdes, con unas construcciones muy similares a las del campus de Monterrey, con muchas zonas de comidas, instalaciones deportivas, piscina, oficinas de bancos, etc. Lo más chocante… las hamacas, que estaban vacías porque ya se había terminado el semestre. Me subí a una por primera vez en mi vida.  La tarde del miércoles se celebraba la ceremonia de graduación y había muchos preparativos. José Carlos, nuestro estupendo anfitrión, nos contó que en el plan de riesgos del campus había recogidos tres: 1) aviones (el campus linda con una base militar); 2) coyotes, que en la noche se acercan en busca de comida; y 3) un león, que debe ser la mascota de una casa en una de las colonias vecinas…

Uno de los días cuando llamé a mis hijos mientras desayunábamos  tuve la siguiente conversación:
Yo – “Bueno cariño te dejo que enseguida viene el taxi a recogernos al hotel”
Xabi – “Pero… ¿no estás en casa de Lumi?”
Yo – “Cariño no estoy en Monterrey. Estoy en Guadalajara. Con Lumi pero en Guadalajara”
Xabi – “Ahhhhhhh… lo de Guadalajara, Guadalajara… (cantando)”
Yo – “Eso mismo. Dile a tu hermano que se ponga”
Ander – “Hola ama”
Yo – “Cariño ¿sabes dónde estoy?”
Ander – “Mmmm… ¿Guadalajara?”
Yo – “¡Bien! Sabes dónde estoy”
Ander – “No te creas… he acertado sin más”

En el vuelo de Guadalajara a Ciudad de México fui sentada junto a una entrañable viejecita. No tardó mucho en preguntarme si era mexicana. Cuando le dije que no contestó: “Ya decía yo que no tenía facha de mexicana”. Me contó su vida: vivía en California, había ido al funeral de su hermano, y antes de regresar iba a visitar a su otro hermano, tenía fibrosis pulmonar (“Señorita no se asuste. Toso mucho pero no es contagioso”), había trabajado dando clases de inglés… Cuando íbamos a aterrizar el avión pasó por una zona de turbulencias. Se asustó y me cogió del brazo. Le di la mano y no la soltó hasta que tomamos tierra (“Señorita es usted una buena persona… y no quedan muchas”).

Y lo mejor del viaje… las risas, los tacos y el tequila con mi amigochix ¡Somos el Tandem Violeta Tequila!

domingo, 3 de diciembre de 2017

Diario de una aventura (I)


No sé muy bien en qué estaba pensando el 22 de septiembre cuando recibí la invitación de un profesor del Tecnológico de Monterrey en Guadalajara (Jalisco, México) para impartir, junto con Lumi Velázquez, un curso-taller sobre igualdad de género para profesorado. Bueno, realmente sí sé… me tentaba el volver a un país que me parece fascinante, el compartir aula con mi amigochix, el conocer una nueva ciudad (que enseguida me dijeron que era la cuna del tequila y el mariachi)…

He pasado un cuatrimestre muy duro, con una nueva asignatura a dos grupos de primero (hacía años que no daba clase en primero…). He tenido que retomar la economía (que me ha vuelto a parecer fascinante). Se han sumado otros cursos y compromisos personales y profesionales… He andado al límite de mis fuerzas (y no soy de las que se achanta fácil)… Y ha ocurrido algo que era previsible, tres días antes de ponerme de viaje me ha dado un ataque de lumbago, de esos que te dejan como Cuasimodo… y con un viaje de más de un día de duración… con esperas interminables…
Una primera anécdota me ha ocurrido en el Burguer King del aeropuerto de Madrid. Hago el pedido del menú y añado… “No tenéis de postre eso que… mmm…eee… es que sólo sé cómo se llama en el Mc Donalds… Mc Flurry”. El chico al otro lado del mostrador me mira sorprendido y me dice… “Mira el cartel del fondo y dime cuál quieres…”. 

El viaje ha sido mejor de lo que esperaba. He podido dormir algo y la espalda no me ha dado mucha guerra. Me imagino que las ‘drogas’ (legales, por supuesto) cumplen bien su misión. Al bajarme del avión he tenido la misma sensación que la primera vez que pisé el DF. Lo primero que me ha venido es un intenso olor a comida. Mientras andábamos por un pasillo, al otro lado del cristal había dos operarios dormidos. [Me ha venido a la cabeza esa imagen prototípica de dos mexicanos sentados en el suelo con su pocho y su gran sombrero]. La cola del control de pasaportes ha sido lo peor [unos 10 funcionarios para tres vuelos intercontinentales que han llegado a la vez]. Íbamos en cola subiendo y bajando  escaleras.  Una cola para mexicanos, otra para extranjeros y una tercera para las tripulaciones y las personas que necesitaban asistencia. Qué pena que no se pudieran sacar fotos... Era una estampa curiosa… Una cola de más de 20 sillas de ruedas con personal de tripulaciones intercalado, junto a unos preciosos murales muy coloridos.

¡El encuentro con mi amigochix ha sido lo mejor! El hotel es un edificio de 23 plantas con una decoración setentera. Estamos en la 14 y hay una bonita vista de la ciudad. Hemos andado por el centro. Los edificios son preciosos. Lo que más me ha gustado es el Hospicio Cabañas, ahora convertido en museo. En el interior hay unos grandiosos murales de un pintor muy conocido mexicano, José Clemente Orozco. Es una ciudad de muchos colores, de mucha vida. Hemos estado en un mercadillo que era toda una explosión de color. Después hemos tomado un Uber [nunca había montado en uno y le experiencia ha sido muy buena] y hemos ido a S.Pedro Tlaquepaque [recomendación del marido de Lumi para ver mariachis y tomar algo]. Hemos llegado a El Parian, deliciosa comida, mariachis y más color… Según nos hemos sentado ¿qué ha tocado el mariachi? “Como quien pierde una estrella” (Alejandro Fernández), la música que tengo de tono de llamada en el móvil… Y Lumi diciéndome… “Aran, canta con ellos”… todavía no me había tomado el tequila. Hemos pedido una cazuelita, una bebida con trozos de fruta, sal y no sé qué más que venía acompañado de un vasito de tequila… Curioso!