martes, 15 de septiembre de 2015

Sobrevivir al Amor Zero

[He publicado esta entrada el 15.09.2015 en el Blog de Inteligencia Emocional de Eitb-desaparecido el 01.07.2024]


Una de las grandes lecciones que he aprendido en la vida, no sin dolor y sufrimiento, es que no se debe mendigar amor, no se puede hacer que otro te ame.  “Solía pensar que la peor cosa en la vida era terminar solo. No lo es. Lo peor de la vida es terminar con alguien que te hace sentir solo” (Robin Williams en Sra. Doubtfire). El amor verdadero no puede ser una fuente de desazón; no te vacía sino que te plenifica; no te destruye sino que te ayuda a ser tú mismo.
Recientemente he topado con unos vídeos del  Dr Iñaki Piñuel y Zabala, experto en evaluación y prevención del mobbing (acoso en el trabajo) y del bullying (acoso en el entorno escolar), que me han dado luz y me han ayudado a poner nombre a algo que conozco en primera persona. El título de esta entrada hace referencia al título de su libro Amor Zero. En esta entrada voy a recoger las principales ideas que he extraído de los vídeos.
Cuando nos hablan de un psicópata, a nuestra mente vienen imágenes como Hannibal Lecter o los personajes de la serie Mentes Criminales. Sin embargo, en nuestra vida nos encontramos con muchos psicópatas (pueden serlo en distinto grado) y es bueno identificarlos y saber cómo funcionan. Son psicópatas que no han delinquido, son personas integradas, pero que pueden afectar de forma muy negativa a nuestra vida. Según el Dr. Piñuel podemos llegar a toparnos con 60 psicópatas a lo largo de nuestra vida. Son muy negativos en el ámbito laboral o escolar y pueden ser muy destructivos cuando son nuestra pareja.
Los psicópatas pueden ser tanto hombres como mujeres; y pueden pasar días, meses o años antes de damos cuenta de que hemos compartido nuestra vida con un o una psicópata. Y lo más terrible de todo… descubrimos que no ha habido amor; que hemos puesto mucho en la relación y no hemos recibido nada; que hemos amado mucho pero no nos han correspondido. Hemos sido víctimas de un depredador humano, de un depredador intraespecie que utiliza a los demás de forma parasitaria para sus propios fines (ya sean económicos, financieros, sociales, etc.). Los efectos de la relación con una persona psicópata se pueden asemejar al paso de un huracán de categoría cinco. La casa ha quedado derruida, hay que apuntalarla, hay que hacer un registro de daños… Las víctimas tienen completamente minada la autoestima e internalizan la culpabilidad. Es necesario pasar por un duro duelo para recuperarse, hace falta tiempo e incluso puede ser necesario recurrir a ayuda; se ha pasado por un trauma continuado. En el proceso de recuperación será fundamental la fe de la víctima en que va a salir ¿Cuál es la mayor habilidad de las personas psicópatas? Una gran capacidad de manipular emocionalmente al otro. Todas las personas psicópatas tienen una personalidad narcisista, aunque no todos las personas narcisistas son psicópatas. Éstas personas obtienen su energía y poder de la dominación de su víctima. La adoración de la víctima es lo que les da sensación de poder y les alimenta.
La víctima de un psicópata se convierte, casi sin darse cuenta en un ser sumiso, dependiente, que ha perdido toda su luz, “ya no es lo que era”. Se ha vaciado. Uno de los grandes riesgos de la relación de pareja con una persona psicópata es que la víctima puede acariciar la idea del suicidio porque su vida ha perdido el sentido.
¿Qué he hecho yo para caer en una relación así?, se suele preguntar quien ha sido víctima. Normalmente las víctimas propiciatorias son personas con mucha luz, bondadosas, ingenuas, confiadas… que atraen a las personas psicópatas. La relación con una persona psicópata pasa por dos fases: 1) idealización – fase de seducción, en la que la víctima se ve sometida a un bombardeo de amor, con una intensidad como no ha vivido jamás, que produce una sensación de euforia que hace creer a la víctima que ha encontrado su alma gemela; todo ello es una estrategia ideada para generar la relación de dependencia, esconde una agenda oculta, genera una adicción que hace a la víctima cada vez más vulnerable; y 2) desprecio, denostación – las personas psicópatas ya no mantienen la máscara (son personas que se aburren pronto); ahí la víctima tiene disonancia cognitiva (apariencia de relación buena vs. hechos, comportamientos que llevan a pensar que no me quiere, me manipula, me traiciona…); esto lleva a la víctima a una duda permanente y a una paralización. Esta disonancia durará hasta una vez acabada la relación, cuando se dará un cóctel de emociones (alegría, tristeza, desesperanza, rabia, impotencia, vacío…).
Una maquinaria perversa que utilizan las personas psicópatas es la triangulación. Generada la adicción en la víctima utilizan un tercero, real o supuesto, con el que van a generar celos en la víctima, celos que son inducidos. Se van a utilizar por la psicópata para propiciar mayor dependencia y culpabilizar a la víctima de ser celosa, desconfiada. Así  las víctimas acaban atribuyéndose lo que pertenece a la estrategia de la manipulación. Las víctimas hacen esfuerzos desesperados por contentar al otro, que son totalmente infructuosos. De esta forma una persona normal se convierte en una persona que tiene constantemente el radar de la desconfianza encendido.
La gran pregunta es ¿Qué hago si me encuentro con una persona psicópata? “Si tienes un psicópata en tu vida… ¡Corre!” es la recomendación de Robert Hare, mayor experto mundial en psicópatas, quien advierte a los terapeutas de que no se debe tratar a estas personas porque lejos de curarse, aprenden de la psicoterapia; repiten una y otra vez su patrón de actuación.
¿Cómo podemos saber ante una nueva relación si nos encontramos ante una persona psicópata? El Dr. Piñuel presenta diez criterios para no volver a caer en una relación con un psicópata (una característica es que se puede volver a recaer hasta siete veces con una persona psicópata), ya que eso sería un ‘suicidio emocional’:
  1. Actitud de benevolencia. La persona tiene la intención de hacerte un bien. Recordemos que las personas psicópatas tienen una agenda oculta. Honradez de intención, el otro realmente se preocupa por ti.
  2. Honradez de pensamiento. El otro dice lo que piensa, no lo que tú esperas oír. Las personas psicópatas son hábiles en devolverte lo que hay en ti, en proyectar lo que tú quieres ver. Transparencia.
  3. Generosidad. Las personas psicópatas son egocéntricas, se aprovechan de la relación.
  4. Reciprocidad positiva. El amor y la donación son correspondidos. En la relación con una persona psicópata se da a fondo perdido, no hay respuesta.
  5. Capacidad de perdón. No sólo que la persona no sea rencorosa sino que sea capaz de hacer “borrón y cuenta nueva”.
  6. Volver a empezar sin resentimiento. No debe haber cuentas pendientes, ni cosas que se guarden para aprovecharlos en contra del otro.
  7. Capacidad de mostrar cariño, amor, ternura, intimidad. Cuando la búsqueda es unilateral la relación no funciona.
  8. Capacidad de sentirse responsable por el otro, sentirse responsable de sus sentimientos, capacidad de empatía. Esto claramente es excluyente de las personas psicópatas. Hay que detectar lo que puede estar dañando o molestando al otro y rectificar.
  9. Lealtad, fidelidad, amistad. La relación profunda, la intimidad, parte de la amistad. Los vínculos verdaderos necesitan tiempo, construcción.
  10. Respeto de los límites. Una relación invasiva es una señal de alerta.
Doy fe de que se puede sobrevivir a la relación con un psicópata. Cuando la relación se acaba el desconcierto es grande y más cuando por mucho que piensas no ves dónde estaba el problema; cuando sientes que por más que has hecho no ha sido posible solucionar la situación. Cuesta salir de la culpabilización pero con el tiempo y mucho trabajo personal se consigue. Es cierto que lo mejor ante alguien así es salir corriendo, evitar todo contacto; pero no siempre es posible, más si hay hijos. Acabada la relación en muchos momentos piensas: “¿ha podido cambiar tanto?”. La realidad es que probablemente siempre ha sido así pero solo ahora te das cuenta. La mejor señal de curación es cuando quien te conoce bien te dice: “estás fenomenal, vuelves a ser la de antes”… Y tú misma lo sientes.
Doy fe también de que se puede encontrar a alguien con quien tener una relación de amistad, reciprocidad, cariño e intimidad; un auténtico compañero de camino; un compañero de alma. Aunque antes de llegar a esto, es fácil caer de nuevo en las artimañas de un psicópata pero, afortunadamente, se tarda mucho menos en reconocerlo.
Algunos vídeos breves muy interesantes del Dr. Piñuel:

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