jueves, 25 de abril de 2024

Arriesgarse a vivir

 


[He publicado esta entrada el 25.04.2024 en el Blog de Inteligencia Emocional de Eitb-desaparecido el 01.07.2024]

Llevo un tiempo con una melodía triste sonando en mi cabeza. No me imposibilita seguir con mi vida habitual, pero sí le quita algo de brillo y alegría. Lo achaco a varias experiencias vitales duras. En noviembre falleció una grandísima amiga, de esas que dejan un hueco imposible de llenar. Hace unos días hemos asistido al funeral de una conocida, dos años mayor que yo, que había recaído de un cáncer que sufrió hace años. Recientemente hemos estado visitando a otro amigo que tiene un tumor de estómago. Asimismo, hemos ido a ver a un conocido, también dos años mayor que yo, a quien le han operado del corazón y, como está solo, probablemente se tendrá que quedar a vivir en la residencia de personas mayores en la que ha ingresado y donde es el ‘niño’. Ver de cara la enfermedad y la muerte te enfrenta a tu propia fragilidad y vulnerabilidad. Y eso impresiona… Más cuando te haces consciente de que, con suerte, has superado los dos tercios de tu vida y ya estás en primera fila. Tus mayores, y algunos de tus coetáneos, se han ido y quedas tú… Que, además, empiezas a tener achaques, dolores que no desaparecen, la energía mermada, la paciencia también, etc.

En el ámbito profesional, hace muchos años que tengo claro que mi profesión es mi vocación, que me apasiona la docencia, que disfruto de lo que hago, que no me dedicaría a otra cosa. Sin embargo, y esto es algo que he comentado con algunas compañeras y -sobre todo- amigas, de hace un tiempo a esta parte nos cuesta más, no sé si conectar o conseguir transmitir nuestras materias al alumnado. La irrupción de la Inteligencia Artificial, las redes sociales, la “cultura del twitter” (parece que el alumnado no es capaz de leer nada que supere los 140 caracteres)… hacen que, en ocasiones, nos sintamos impostoras... ¡A estas alturas de la película! Afortunadamente, siempre hay grupos y personas concretas que te hacen reconciliarte con la juventud y no perder la esperanza, que te recuerdan que lo importante es tratar de dejar una huella bonita de tu paso por esta vida.

Si hay una melodía que quiero grabarme a fuego es la del estribillo de una canción de Rozalén con Estopa, Vivir, que me encanta porque me levanta el ánimo y me conecta con lo importante:

“Y si me levanto y miro al cielo

Doy las gracias y mi tiempo

lo dedico a quien yo quiero

Lo que no me aporte… lejos

Si alguien detiene mis pies

Aprenderé a volar”

 ¡Hoy decido arriesgarme y vivir a pleno corazón!

 

Referencias


martes, 16 de abril de 2024

Vivir la profesión desde los valores

 


El 10 de abril, en la clase de Ética cívica y profesional, 4º de Derecho Económico, contamos con una invitada de lujo, Cristina Maruri Chimeno. Su currículum es extenso y variado. Completa su Licenciatura en Derecho por la Universidad de Deusto con tres Másteres. Es Asesora jurídica de Tubos Reunidos Group, S.L.U, grupo siderúrgico con una plantilla de 1.500 personas, desde hace más de treinta años. Autora de novela, poesía y relato corto. Colaboradora de El Correo y La Vanguardia. Conferenciante, fotógrafa. Activista social, Embajadora del Fair Saturday y cofundadora del Orfanato Lights of Kazinga (Uganda). [Para más información, ver entrevista]

Cristina comenzó su intervención con toda una Declaración: “Estoy aquí porque vivo de aprender. Quiero dialogar con vosotros, vosotras, vosotres, y aprender”.  Lanzó, y respondió desde su perspectiva, tres poderosas preguntas que conectan profundamente con el sentido de la profesión y el proyecto personal de vida: 1. ¿Por qué estudiáis Derecho? 2. ¿Para qué estudiáis Derecho? 3. ¿Cómo queréis organizar vuestra vida? ¿Qué parte queréis dedicar a la profesión?

A partir de ahí, respondió a las preguntas que le planteó la audiencia, y compartió dilemas éticos a los que se ha enfrentado en su ejercicio profesional y reflexiones muy interesantes:

“Si llevo más de treinta años en la empresa es porque, aunque he conocido 17 presidentes diferentes, nadie ha podido decir que he hecho algo que no era adecuado, que no era correcto”.

“Si ahora tuviera que elegir profesión me fijaría en mí. La elección de la profesión es como la elección de pareja, nadie te puede condicionar. Pero es importante conocerse bien y no mentirse… Cada persona es única y no hay que copiar a nadie”.

“He podido compaginar la profesión con otros proyectos con orden y previsión y diciendo que no a algunas propuestas. Esto es imprescindible para poder meter tanta vida a mis días como quiero (…) Procuro disfrutar de la vida. Sólo tengo miedo a la enfermedad, a la pérdida de mis seres queridos y a hacer algo que me haga daño a mí o a los demás”.

“No me considero una persona de éxito, sólo una persona que va ganando cotas de libertad, de ser y hacer lo que quiere. El éxito viene dado por ser feliz, por sentirte bien contigo misma”.

“Un puesto de confianza conlleva mucha soledad en muchos momentos... A mí me ha salvado mi rebeldía y mi amor propio… He vivido en primera persona lo que es que un jefe haga todo lo posible por que te vayas”.

“Parto de la base de que ayudar es una responsabilidad. Quienes tenemos oportunidades tenemos que ayudar a quienes no las tienen”.

Grandes aprendizajes de una vida intensa, con sentido y valores.