sábado, 3 de febrero de 2024

En la senda del liderazgo

 


Un año, y mucha vida, separa estas dos fotos. El 7 de febrero de 2023, 29 personas de distintas Obras de la Compañía de Jesús, procedentes de diversos lugares (Barcelona, Logroño, Donostia, Vitoria, Durango, Bilbao, Santiago y A Coruña), acompañados por Vicente Marcuello SJ, empezamos la formación en “Liderazgo ignaciano”. El 3 de febrero de 2024, 25 de nosotros la concluíamos en la Capilla de la Conversión compartiendo un esbozo del proyecto que cada persona va a desarrollar, así como lo que le había supuesto la experiencia. Es difícil poner palabras a la energía, profundidad y conexión del momento.

Son muchos los aprendizajes y llamadas que me llevo de este curso en el que hemos contado con ponentes muy relevantes que nos han hecho cuestionarnos y reflexionar. También cada uno de los participantes ha hecho aportaciones que han enriquecido el diálogo y la reflexión.

  • Jesuitas y personas laicas somos colaboradores en la misión. Somos corresponsables, copropietarios… “según circunstancias de personas, tiempos y lugares”.
  • Recordatorio de la Identidad y Misión de Unijes, red de los centros universitarios vinculados a la Compañía de Jesús en España: “1. Formar hombres y mujeres como profesionales competentes y ciudadanos responsables que pongan su saber y sus competencias al servicio de los demás. 2. Investigar y aportar conocimiento útil en aquellos ámbitos donde se presentan los mayores retos a la persona humana y a la sociedad en general”.
  • Las cuatro Preferencias Apostólicas Universales como horizonte de nuestra misión compartida: 1. Mostrar el camino hacia Dios mediante los Ejercicios Espirituales y el discernimiento. 2. Caminar junto a los pobres, los descartados del mundo, los vulnerados en su dignidad en una misión de reconciliación y justicia. 3. Acompañar a los jóvenes en la creación de un futuro esperanzador. 4. Cuidar de nuestra Casa Común. Trabajar, con profundidad evangélica, en la protección y renovación de la creación de Dios.
  • Las obras tienen que ser ignacianas, no jesuitas. “La Pedagogía Ignaciana expresa de modo más evidente la savia que la nutre - los Ejercicios Espirituales y la Espiritualidad Ignaciana - mientras que la Pedagogía Jesuita no siente la necesidad de explicitarla, ya que se dirige a los Jesuitas, conocedores y practicantes de sus principios” (Klein S.J., 2014). Es más importante la misión que las Obras.
  • La formación sin acompañamiento no cierra el círculo. La formación por sí sola no nos transforma.
  • No juzguemos cuando alguien dice “No”. Es mejor un no que un sí obligado, a medias o condicionado.
  • Invitación a profundizar en el autoconocimiento, o como dijo Salvador, “a conocer, conocerse y dar a conocer”. “No el mucho saber harta y satisface al anima, mas el sentir y gustar de las cosas internamente” (EE, anotación 2ª). Solo puedo transformar(me) desde lo profundo.
  • Llamada a colaborar, a trabajar en red y a profundizar en el discernimiento.

Como idea final, resumen de la experiencia para mí, me vienen con fuerza unos versos del estribillo de “Soy Gracias” del Gen Verde: “yo soy gracias / por todo y por siempre / oh, Señor, gracias”.

 

Porque Tú me has amado

como sabes amar.

Porque me he perdido en Ti,

en tu inmensidad.

 

Si me preguntases quién soy,

no sabría decir mi nombre;

diría: yo soy gracias,

por todo y por siempre,

oh, Señor, gracias.

 

Cuando llegue hasta ti,

a tu morada,

yo me perderé en ti,

me perderé en ti.

 

Cuando Tú me preguntes quién soy,

no sabré decir mi nombre;

diré: yo soy gracias, ·

por todo y por siempre,

oh, Señor, gracias. (2)

Para escuchar la canción en versión original, pinchar aquí



Referencias

 



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