martes, 31 de marzo de 2015

El amor no se destruye…


[He publicado esta entrada en el Blog de Inteligencia Emocional de Eitb el 30.03.2015]

Recientemente  asistí al funeral del padre de unos compañeros de la universidad. En el sermón, muy emotivo por cierto, el sacerdote hizo una alusión a la ley de conservación de la materia (ley de Lomonósov-Lavoisier), una de las leyes fundamentales en todas las ciencias naturales, que señala que “La materia ni se crea ni se destruye, sólo se transforma”. Del mismo modo, podríamos decir que… “el amor sólo se transforma” o trasciende…

Hay un ejercicio que propone Stephen Covey que pretende ayudarnos a conocernos e impulsarnos a ser mejores, a vivir con mayor plenitud…  Más o menos es así:

Imagina que asistes a tu propio funeral, que puede ser dentro de 50 años o unas horas, nadie lo sabe… [No se trata de infundir miedo sino de hacer una reflexión profunda sobre la propia existencia]. Se trata de visualizar con el máximo detalle cómo te gustaría que fuera… Quiénes están, qué dicen de ti cada uno de ellos… En la tabla siguiente refleja qué destacan de ti tanto sobre cómo eras, y cuáles fueron tus aportaciones y tus logros…

Carácter
Aportaciones
Logros
Pareja



Hijos/as



Familia



Amigos/as



Compañeros/as trabajo



Miembros de mi comunidad












Una vez rellenada la tabla… reflexiona sobré qué tienes que hacer para que sea eso lo que digan de ti cuando no estés.
Este ejercicio puede parecer un poco extraño (tengamos en cuenta que proviene de un contexto cultural diferente) pero nos ayuda a reflexionar sobre cómo nos gustaría trascender, sobre cuáles son los actos de amor que deberíamos hacer para dejar una huella positiva sobre otros. “Al atardecer de la vida, te examinarán del amor” (San Juan de la Cruz).
Según Osholos cuatro pasos hacia el amor son:
  1. “Estar aquí y ahora, porque el amor sólo es posible en el ‘aquí-ahora’”. El amor es sentir… “El futuro y el pasado traen pensamientos y el pensar destruye el sentir”.
  2. “Aprende a transformar tus venenos en miel…”. Lo único que se necesita es paciencia… no se trata de represión, de suprimir lo negativo. Es necesario conocer todos los estados, observarlos… Sin autoconocimiento no hay crecimiento.
  3. “Comparte”. Solemos compartir más lo negativo. Es importante compartir tus cosas positivas, tu vida, todo lo que tienes…  Cuanto más compartes más brota de tu interior. “Lo que importa es dar”. Al final lo que queda es el amor que das… El amor está en todas partes…
  4. “No seas ‘alguien’”. El amor y el ego no son compatibles. “Sé ‘la nada’ y al serlo, habrás alcanzado el Todo”. Como dice mi amigo Rogelio, el ego es una peligrosa compañía.
¿Cuál es la huella que quieres dejar en el mundo y quienes te rodean?

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