El titular del comunicado de prensa de ONU Mujeres con ocasión del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres no deja indiferente: “Cada diez minutos, una mujer o niña muere a manos de su pareja u otro miembro de la familia” (ONU Mujeres, 2024a). En su informe Femicidios en 2023 ONU Mujeres (2024b) señala que: “A nivel mundial, 85.000 mujeres y niñas fueron asesinadas intencionalmente en 2023”. Las noticias recientes en el Estado español sobre este tema son muy desalentadoras.
Al salir de clase me he sumado a la concentración convocada
en la Universidad de Deusto, que celebra “durante toda la semana distintas
actividades que este año, bajo el lema ‘Por
las miles de historias calladas, alzamos nuestra voz’, están enfocadas a la
violencia machista que sufren las mujeres con discapacidad” (Universidad de Deusto, 2024). Como señala la RUIGEU(2024): “Las universidades son el mejor entorno posible para generar
reflexión crítica sobre lo que significa un espacio educativo seguro para las
mujeres; para identificar los factores de riesgo y las formas posibles de
discriminación por razón de sexo en cada uno de los distintos contextos; para
diseñar e implementar campañas de sensibilización frente a la violencia; y para
activar acciones comunicativas que ayuden a visibilizar las manifestaciones de
violencia machista que aún hoy permanecen normalizadas”. Está claro… A mayor poder…
mayor responsabilidad.
Nada más acabar la concentración he asistido al evento Film
interruptus: Tres metros sobre el cielo (Emakumeak, 2024), dinamizado por Leire Serrano y Sokoa Lasa (Espäcio Regäderä),
quienes en su página de Facebook se definen como “Feministas y apasionadas de
las relaciones saludables, con nosotras mismas y con los/las demás”. En la presentación del evento Teresa Laespada Martínez, Diputada
Foral del Departamento de Empleo, Cohesión Social e Igualdad, aludía a la
campaña del 25N de este año de la Diputación Foral de Bizkaia (véase la foto
que abre esta entrada), que habla sobre los red flags (líneas rojas)
y green
flags (lo permitido): “Los últimos estudios señalan el creciente
rechazo de algunos hombres al feminismo y a los avances en materia de igualdad,
por lo que la campaña también se ha diseñado para tener especial incidencia
entre hombres jóvenes. Sin embargo, no se ha buscado únicamente un mensaje en
negativo o de remarcar los límites en su comportamiento, sino que también se
les anima a convertirse en agentes de cambio por la igualdad” (DFB, 2024).
No había visto Tres
metros sobre el cielo. La idea era un clásico: colegiala de clase alta (Babi)
se enamora de chico malo (H – Hugo). Me ha parecido muy interesante visualizar
fragmentos y comentarlos con las “gafas moradas” para ver cómo se socializa la
cultura y los esquemas que tiene asociados; cómo construimos nuestras
identidades chicos y chicas. Como han repetido Leire y Sokoa, “Lo que vemos es lo que somos”. Transmitir
la cultura ha sido fundamental en la historia para la supervivencia de la
especie. Al principio se hacía de forma verbal o gestual. Con la aparición de
la escritura el relato se lo apropiaron los hombres, que eran quienes sabían
escribir, y tenía una visión sesgada. Al principio la educación formal estuvo
reservada a los hombres. En el siglo XX, con la globalización de la cultura,
las mujeres accedieron a la misma (pero recordemos que tiene un sesgo importante).
En el siglo XXI la transmisión de la cultura viene de la mano de la
generalización de internet, el móvil, las redes sociales, etc. Y los algoritmos
ayudan a que los roles asignados tradicionalmente se perpetúen.
Además, no podemos olvidar que el deseo es un constructo, se construye sobre todo en la adolescencia.
Pensamos que somos libres, que podemos elegir, pero como muestra de que no lo
somos tanto, basta la anécdota que ha contado Leire sobre Bernays, el sobrino
de Freud, quien con una campaña consiguió que el consumo de tabaco entre las
mujeres pasara de 0% a más del 30% en un año (Berrueta, 2019). Hay mucha igualdad, pero queda el reducto de las relaciones afectivo-sexuales.
Las relaciones (el ser humano es un ser
en relación), que son las que determinan cómo somos de felices, no se dan en
igualdad. Erotizamos al malote, se convierte en el modelo a seguir para
ganar popularidad. Erotizamos la violencia. Y esto también daña y mina la
autoestima a los hombres. No podemos olvidar que el ser humano ha evolucionado
por los cuidados. Desde la infancia nos socializan en el arquetipo del super
héroe frente al de la princesa. Y a través de películas, canciones,
videojuegos, etc. se va produciendo un goteo que perpetúa los roles de género y
el privilegio de unos frente a otras. En la película se ve con claridad un
esquema muy repetido: el malote te invade tu espacio, te aísla, te deja sola, y
luego se convierte en tu salvador, sin tener en cuenta lo que en realidad
quieres.
La sesión me ha recordado a una película de mi adolescencia Dirty dancing y
a dos canciones que nos inculcaban sutilmente la idea del amor romántico: La quiero a morir (Y
yo que, hasta ayer, sólo fui un holgazán / Y, hoy, soy el guardián de sus
sueños de amor / La quiero a morir) y Ramito de violetas (Era feliz en su matrimonio / Aunque su marido era el mismo
demonio / Tenía el hombre un poco de mal genio / Ella se quejaba de que nunca
fue tierno). También he conectado con una película que vi ayer, La directora de orquesta,
basada en la historia de Antonia Louisa Brico (la primera mujer que dirigió la
Berliner Philarmoniker y la New York Philharmonic Orchestra) y que muestra lo
difícil que lo han tenido las mujeres también en el mundo de la música.
Hoy me quedo con otra
canción Justito a tiempo (Si me
ven bailando sola / Es porque me da la gana, porque me da la gana / Porque hoy
solita quiero estar / Que ¿por qué no te enamoras? / Porque me da la gana,
porque me da la gana / Porque ahora quiero respirar) y un deseo, el de que entre todos y todas construyamos mejores
relaciones, sobre una base de igualdad real.
Referencias
- Berrueta, Julen (2019, 13 mayo). Bernays, el hombre que utilizó el feminismo para que las mujeres empezaran a fumar. El Español. https://www.elespanol.com/cultura/20190513/bernays-hombre-utilizo-feminismo-mujeres-empezaran-fumar/397461194_0.html
- DFB – Diputación Foral de Bizkaia, Departamento de Empleo, Cohesión Social e Igualdad (2024, 15 noviembre). La campaña del 25N de la Diputación reflexiona sobre buenos y malos comportamientos en violencia machista. https://www.bizkaia.eus/es/web/comunicacion/noticias/-/news/detailView/26404
- Emakumeak (2024). Film interruptus: Tres metros sobre el cielo. https://emakumeak.eus/es/producto/tres-metros-sobre-el-cielo/
- Espäcio Regäderä. https://www.facebook.com/guarderiaemocional
- Kany García (2022, 27 mayo). Kany García, Rozalén - Justito a Tiempo (Visualizer) [archivo de vídeo] https://www.youtube.com/watch?v=4OOHZOcUKvM
- ONU Mujeres (2024a, 25 noviembre). Cada diez minutos, una mujer o niña muere a manos de su pareja u otro miembro de la familia. https://www.unwomen.org/es/noticias/comunicado-de-prensa/2024/11/cada-diez-minutos-una-mujer-o-nina-muere-a-manos-de-su-pareja-u-otro-miembro-de-la-familia
- ONU Mujeres (2024b). Femicides in 2023: Global estimates of intimate partner/family member femicides. https://www.unwomen.org/en/digital-library/publications/2024/11/femicides-in-2023-global-estimates-of-intimate-partner-family-member-femicides
- RUIGEU - Red de Unidades de Igualdad de Género para la Excelencia Universitaria (2024, 25 noviembre) Manifiesto con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres https://www.deusto.es/document/deusto/es/manifiesto-de-la-ruigeu-red-de-unidades-de-igualdad-de-genero-de-las-universidades-espanolas-.pdf
- Universidad de Deusto (2024, 25 noviembre). Deusto se suma al 25N con una concentración en sus campus de Bilbao y San Sebastián. https://www.deusto.es/es/inicio/vive/actualidad/noticias/deusto-se-suma-al-25n-con-una-concentracion-en-sus-campus-de-bilbao-y-san-sebastian/noticia