El Centro de Ética
Aplicada de la Universidad de Deusto organiza anualmente un Encuentro con víctimas de la violencia de
motivación política, que, como señala Izaskun Sáez de la Fuente, “se enmarca en la opción de la Universidad por
contribuir a la construcción de una cultura de paz que demanda un trabajo de
conocimiento crítico de lo acontecido y la deslegitimación de la violencia
desde el horizonte de la defensa de la dignidad y de los derechos humanos de
todas las personas. Nada mejor que escuchar de primera mano a quienes han
tenido que sufrir esa violencia en carne propia para mostrar con nitidez su
injusticia e ilegitimidad”. En 2025 el Encuentro ha tenido lugar el 12 de marzo en dos sesiones. Una por la
mañana con Mari Carmen Hernández,
viuda de Jesús Mari Pedrosa
(concejal del PP del Ayuntamiento de Durango asesinado por ETA en 2000); y otra
por la tarde con Inés Núñez de la Parte,
hija de Francisco Javier Núñez
(profesor de matemáticas y víctima mortal de la violencia policial y
parapolicial en 1977).
Este encuentro está dirigido
al alumnado de Ética cívica y profesional, asignatura que se cursa en todos
los grados de la universidad. Por segundo año consecutivo he acudido con mi
alumnado tanto de Derecho Económico como de ADE. Impresiona ver el Auditorio
lleno de jóvenes escuchando con atención una historia y unos hechos que no
todos y todas conocen. Eran infantes cuando ETA anunció el cese definitivo de
su actividad armada el 20 de octubre de 2011. Impresiona aún más el testimonio
de quienes han sufrido en primera persona las consecuencias de actos que son
totalmente injustificables, que atentan contra la dignidad humana y que han
marcado con nitidez un antes y un después, hechos que cambiaron radicalmente
sus vidas. Además, en ocasiones, sufren también la falta de reconocimiento por
parte del entorno y las instituciones, como se refleja en la reflexión de uno
de los asistentes:
“Afortunadamente, parte de mi familia que ha
sufrido este tipo de violencia injusta ha sido reconocida por la sociedad como
víctimas, como es el caso de mi abuelo judío [fue víctima del Holocausto y de la Revolución Húngara de 1956], o
mi tío abuelo Osmundo. Sin embargo, el conflicto en Macedonia que vivió mi
abuela paterna sigue considerándose una situación ‘política’ y no una
injusticia sin sentido. O mi otro tío abuelo, que sufrió un encarcelamiento
injusto por parte del régimen de Franco, que tiene que ver cómo a día de hoy
hay gente que debate la seriedad y los problemas que causó la dictadura
franquista en nuestro país. Todavía queda mucho trabajo por hacer para que las
personas que han sido víctimas de este tipo de ataques puedan ser reconocidas
por lo que son, y no tengan que estar constantemente luchando por el
reconocimiento de su sufrimiento, o que tengan que escuchar como hay gente que
minimiza o directamente se burla de sus experiencias. El odio que todavía
tienen que sufrir, a pesar de haber pasado ya por una experiencia que es
difícil de imaginar, es en mi opinión una extensión del ataque político que
sigue perdurando”. Alexander Fried Pérez,
3º ADE + FAB
Del testimonio de
Mari Carmen yo destacaría su serenidad y su mensaje exento de odio y
abierto a la reconciliación (en gran medida gracias a su fe cristiana). Del de Inés, su tesón y valentía para
reclamar justicia para su padre, a pesar de las fuertes presiones sufridas
durante muchos años. Esto último lo recoge muy bien uno de los alumnos presentes
en la sesión:
"Me gustaría hacer hincapié
en que estos hechos tan dramáticos que tanto han hecho sufrir a una familia que
no tenía culpa de absolutamente nada en términos políticos ni de ninguna otra
índole, han perdurado en el recuerdo de sus más allegados pero no en el de la
sociedad debido a la falta de visibilidad, y que, en mi opinión, si no fuera
porque, su hija gracias a su esfuerzo y tesón hoy en día tiene un puesto en el
que le permite poder tener acceso a determinados recursos y contactos (que le
han permitido honrar como se merecía desde un principio la memoria de su
padre), desgraciadamente la gran mayoría del resto de las familias de las víctimas
no se les brinda el recuerdo que merecen y se les olvida ante una pavorosa
impunidad que a día de hoy perdura". Enrique
del Amo Mecinas, 3º ADE + FAB
Testimonios en primera persona ayudan a repensar cuál es el servicio que deben prestar a la
sociedad las profesiones para las que preparamos en la universidad. En este
sentido es reseñable la aportación de esta alumna:
“Esta reflexión me deja una
certeza incómoda pero necesaria: no basta con conocer las leyes, ni siquiera
con saber aplicarlas. Lo que marca la diferencia es desde dónde se ejerce el
derecho y para quién. Escuchar los testimonios de quienes han sufrido la
violencia política me ha confrontado con la
urgencia de una abogacía comprometida con algo más que la resolución de
litigios. Me ha hecho entender que el derecho puede ser una forma de amparo,
una voz para quienes no han tenido voz, y también una vía para sostener la
dignidad allí donde ha sido negada. Como futura abogada, no quiero limitarme a
encajar casos en estructuras legales, sino ser capaz de reconocer el dolor
detrás de los expedientes y trabajar para que ese dolor no quede impune ni
olvidado. Quiero contribuir a tejer justicia con memoria, con escucha, con
humildad, sabiendo que reconciliar no es borrar, sino mirar de frente lo que
pasó y construir, desde ahí, un futuro más habitable”. Aroa Montero Ceballos, 4º Derecho económico
Me gustaría terminar con una frase que dijo Inés: “Ninguna idea justifica el recurso a la
violencia y la vulneración de Derechos Humanos”. Ejercicios de memoria y de
justicia como el Encuentro relatado son fundamentales para que la historia no se repita. La voz de las víctimas no se debe ni acallar
ni utilizar indebidamente.
Referencias
- Sáez de la Fuente, Izaskun (2023, 31 marzo). Encuentros restaurativos en la Universidad de Deusto. https://blogs.deusto.es/ethics/encuentros-restaurativos-en-la-universidad-de-deusto-2/