El 2 de mayo de 2024 he tenido como invitado en mi clase de Ética cívica y profesional -3º del Grado de
Administración de Empresas y Especialización en finanzas- a Peru Sasía, Vicedecano de profesorado de la Facultad de Ciencias
Sociales y Humanas de la Universidad de Deusto, profesor de la misma asignatura
que la mía en otros grados y desde 2017 presidente de FEBEA (Federación Europea de Bancos Éticos y
Alternativos). [Se puede ver más
información sobre su CV aquí].
Desde su expertise,
avalado por su trayectoria profesional, nos ha hablado sobre finanzas éticas, un modelo que lleva
funcionando con éxito desde hace décadas, mucho antes de la crisis
financiera de 2008. Para conocer el modelo, que parte de una mirada ética a las finanzas, nos ha explicado
la evolución histórica que ha tenido, diferenciando cuatro etapas:
1. Restricción, pantalla negativa a determinados ámbitos de
financiación. La primera generación de banca ética surgió en respuesta a la
demanda social derivada de la guerra de Vietnam: “No con mi dinero”. El germen
de Banca Popolare (actualmente BPM) está unido a la ONG italiana Mani Tese
(manos extendidas), que se dio cuenta de que mientras proclamaba “no a la financiación
de armas ilegales”, su dinero estaba en bancos que sí las financiaban y no
había ninguno que no lo hiciera.
2. Especialización, pantalla positiva. Productos y servicios
especializados. La banca ética se ha especializado en áreas y productos en los
que la banca tradicional no entra por la dificultad de calcular el riesgo (o
porque éste parece elevado): microcréditos (cuyo riesgo radica en la situación
de fragilidad de quienes los solicitan), cooperativas locales de crédito,
garantía recíproca, capital riesgo, capital semilla, etc. En contra de lo que
pueda parecer, en la mayoría de estos productos y servicios hay tasas de
morosidad más bajas a la media.
3. Recuperación del bien social. La banca ética quiere hacer las
cosas de una forma concreta y no quiere dejar de hacerlo al crecer, ya que lo
natural es que con el crecimiento la cultura de la organización evolucione a
priorizar lo útil, lo instrumental, lo económico.
4. Construcción de ciudadanía. Hay elementos sociales en los que
las finanzas éticas pueden contribuir a transformar (promover hábitos de
consumo responsable, responsabilidad ecológica, etc.). Todo esto en el marco de
la Economía Social y Solidaria, la cooperación Norte-Sur, la soberanía
alimentaria, el comercio justo, las economías feministas, etc.
Hay dos dinamismos que han generado los proyectos de
finanzas éticas:
1) Demanda ciudadana de que los ahorros depositados se
utilicen para el bien común.
2) Reflexión de naturaleza política sobre el derecho al crédito (y quién es
responsable de satisfacerlo).
Un paso importante es la institucionalización. Italia es el único país donde el término “finanzas éticas” está reconocido
legalmente [Texto único bancario, Artículo 111-bis (Finanza
etica e sostenibile)] y se aporta lo más parecido a una definición. En este artículo se señalan
los principios a los que hay que ajustarse para poder ser considerados como banca
ética y sostenible, que son: 1) Obligación de hacer evaluaciones externas con
especial acento en el impacto ambiental y social; 2) Informar al menos una vez
al año (también vía web) de los préstamos concedidos a las personas jurídicas;
3) Mínimo del 30% de los créditos dedicados a la Economía Social; 4) No
repartir beneficios y reinvertirlos en su negocio; 5) Gobernanza basada en la
participación del accionariado difuso ("una persona, un voto"); 6) Escala salarial limitada 1:10 (entre salario máximo
y medio).
En Europa se está trabajando en la taxonomía de las finanzas sostenibles (donde sostenibles es un término muy manido). Uno de los grandes escollos está en la financiación de los combustibles
fósiles, las ‘bombas de calor’. FEBEA y sus miembros redactaron un
documento respondiendo a la convocatoria
que solicitaba evidencias sobre posibles prácticas de greenwashing en el sector financiero de la Unión Europea (Beyond the ‘green approach’ to tackle greenwashing – Policy Brief, 2023). Asimismo, publicaron un posicionamiento sobre
la estrategia europea de finanzas sostenibles (For a truly Sustainable Finance that combats climate change and inequality,
Junio 2021).
Sin duda, la charla dio
mucho que pensar: ¿Qué hago con mi dinero? ¿Qué hacen con mi dinero? Afortunadamente,
existen alternativas que tienen en cuenta una mirada ética.
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