El otro día tenía la radio puesta
mientras estaba preparando la comida y escuché a una persona en una tertulia
radiofónica repetir varias veces, a cuenta de los cambios en el modo de
contabilizar las personas víctimas del COVID-19, que Fernando Simón había
perdido la autoridad moral y científica… Esa
opinión me revolvió, me incomodó muchísimo y creo que incluso me enfadó. Me
parecieron unas palabras de una grandísima dureza, que dichas en el altavoz de
la radio podían influir a muchísimas personas y que no tenían en cuenta ni a la
persona ni a la situación. Antes de que empezara el estado de alarma se publicó
un artículo con el título FernandoSimón, el hombre antipánico que a mí me acercó a la figura de este hombre
que se ha ganado su condición de experto a pulso. ¡Qué rápido juzgamos a las personas y cuestionamos su valía y su credibilidad!
Esto me hace pensar en la doble moral que está muy extendida: juzgamos y
criticamos con dureza los errores o fallos de las demás personas, mientras que
mostramos una gran indulgencia con los propios.
Mi indignación ha aumentado
cuando he leído que se ha presentado una querella contra él “porhomicidio y por falsear el número de muertos”. Tengo muy claro el principio
de que “a mayor poder, mayor responsabilidad”, pero aquí se está pidiendo una
responsabilidad desmedida, más que la que se exige a cualquier representante
político y que excede lo razonable... Aunque ya se sabe lo bien que viene tener
un chivo expiatorio a quien dirigir la ira y la impotencia.
Stephen M.R. Covey (hijo de Stephen
R. Covey, 'Los7 hábitos de la gente altamente efectiva'), experto en temas de confianza,
liderazgo y cultura, presenta cuatro
comportamientos clave para construir confianza y credibilidad en tiempos de
incertidumbre: 1) Hacer frente a la realidad; 2) Transparencia, que hace
que nos vean como reales, auténticos; 3) Ir de frente, decir la verdad, llamar
a las cosas por su nombre; 4) Extender la confianza en tu gente, en tu equipo.
Y añade que es fundamental demostrar a las personas que son importantes. Estoy
completamente de acuerdo con la importancia de estos comportamientos, pero no
se me escapa que cuando hablamos de la gestión de lo público y el bien común no
hay absolutos. Si bien la ciudadanía tiene derecho a la información, eso no
quiere decir que todas las personas tengan que saber todo en todo momento y a
la vez. Somos testigos de las reacciones que produce el pánico… Quizá eso sea
lo más difícil de gestionar en una crisis, la comunicación: qué información,
cómo, cuándo y a quién se da.
Se exigen medidas rápidas, eficaces y contrastadas… Y eso es mucho
pedir… A posteriori cualquiera puede ver que otra actuación diferente
hubiera sido más acertada. SantiagoGarcía Cremades, el matemático y divulgador científico en RNE que predice
con una tasa de error del 5% la cifra de personas fallecidas diarias por COVID-19,
señala que “El virus nos ha pillado a
todos sin estrategias y por sorpresa, eso está claro. Lo que me gusta de los
gobernantes en general es que aboguen por usar la evidencia científica, es lo
único que nos puede ayudar ahora, la ciencia y la unidad social. Se ha visto cómo
algunos dirigentes han abusado de su alta estima en sí mismos, obviando datos
científicos y decidiendo sin consenso de expertos. Vamos, muchos han hecho de cuñaos, pero bien” (para leer la
entrevista pinchar aquí).
MartínBonfil Olivera, divulgador científico mexicano, explica muy bien que “una
idea errónea muy común acerca de la ciencia es que está basada en certezas. En
realidad, la ciencia es una disciplina en la que todo está, por principio,
sujeto a discusión. La discusión crítica y la puesta a prueba de las
explicaciones acerca de la naturaleza son la esencia misma de la labor
científica” (para ver el artículo completo pinchar aquí).
Será mejor que dejemos el cuñadismo,
“tendencia a opinar sobre cualquier asunto, queriendo aparentar ser más listo
que los demás” (Fundeu),
y cada uno y cada uno actuemos desde la preocupación
por el bien común y la responsabilidad individual y colectiva… que aún tenemos
mucho por demostrar. A falta de certezas, confiemos y seamos confiables…