[He
publicado esta entrada el 11.02.2021 en el Blog de Inteligencia Emocional de
Eitb-desaparecido el 01.07.2024]
En esta entrada trataré sobre las
emociones autoconscientes: la vergüenza, la culpa y el orgullo, a partir de Etxebarria
Bilbao (2020). En una entrada anterior, Empatía y moralidad, tomé como base el mismo libro. Las emociones autoconscientes
son una brújula interna importante
para el control de la conducta por parte del yo; hacen menos necesario el
control externo. De las tres, el orgullo es la menos estudiada.
En inglés, los conceptos de shame y guilt no se corresponden exactamente con nuestra vergüenza y culpa,
respectivamente. En la siguiente tabla 1 podemos ver las diferencias entre una
y otra en nuestro contexto cultural. Shame
no incluye las versiones más livianas de vergüenza, que estarían más cerca de embarrassment (que traducimos como
vergüenza, pero también como corte, apuro o bochorno; y se suele producir en
presencia de otras personas).
Tabla 1: Diferencias entre vergüenza y
culpa |
|
Vergüenza |
Culpa |
Pública (requiere
observadores externos) |
Privada (desaprobación
propia) |
Fallos no morales (es vs.
desearía ser) |
Fallos morales (es vs.
debería ser) |
Fallos incontrolables |
Fallos controlables |
Deseo de huir |
Deseo de reparar |
Foco: Yo en su conjunto |
Foco: Acción concreta |
Fuente: Adaptado de Etxebarria Bilbao (2020: 85) |
La vergüenza
provoca el ‘tierra trágame’, el deseo de no hacer actuado así o que, por lo
menos, nadie lo hubiera visto. Suele conllevar rumia. Se manifiesta en
encogimiento del cuerpo y rubor. Recuerdo las palabras de quien fuera compañero
en la universidad, Iñaki Beti, en su escrito Breve elogio de la vergüenza: “Sin vergüenza, nuestros comportamientos y palabras
muchas veces devienen en procaces, irrespetuosos, soberbios, mentirosos y
engañosos”.
La culpa,
que en el ámbito moral suele considerarse la emoción más importante,
aparece cuando somos conscientes de que hemos hecho, o vamos a hacer, algo que
está mal. Se habla de dos tipos de culpa: 1) intrapsíquica (intrapersonal) o ansioso-agresiva, asociada a actos,
pensamientos o deseos que contravienen normas [esta tiene unos límites difusos
con la vergüenza]; y 2) interpersonal o empática,
aparece como reacción al dolor ajeno y relacionada con la conciencia de ser
causante del mismo.
En las experiencias de culpa se dan:
empatía, ansiedad, agresividad (dirigida hacia uno mismo o los demás), así como
asco o miedo. Las reacciones de culpa son más habituales o intensas cuando los
actos afectan a personas cercanas.
El orgullo
tiene que ver con una autoevaluación positiva en distintos ámbitos: deportivo,
profesional, etc. Se distinguen dos tipos de orgullo: auténtico, ligado a una situación concreta (yo-en-acción) y hubrístico, se generaliza a todas las
situaciones (yo-como-actor). Es una emoción muy permeable a la opinión de los
demás. En el ámbito moral tiene una función reguladora de la acción moral, pero
es débil. Puede verse socavada por diversos factores.
Veamos en la tabla 2 los distintos
efectos que tienen la vergüenza, la culpa y el orgullo.
Tabla 2: Efectos de la vergüenza, la culpa y el orgullo |
||
Vergüenza |
Culpa |
Orgullo |
Implica
tendencia al escape, a la huida. |
Motiva la reparación (a
favor de la víctima o de otras personas). |
Refuerza
la conducta moral positiva. |
Conlleva
intentos de superación de los propios fallos. |
Favorece la revisión
crítica de la propia conducta. |
Favorece
la conducta a la que se asocia. |
Favorece
(de forma limitada) la prosocialidad y mejora las relaciones sociales. |
Motiva la conducta
prosocial, conlleva autocorrección moral (aunque, en ocasiones, puede dar
lugar a mecanismos proyectivos). |
Favorece
la congruencia entre los valores y la conducta moral. |
Función
autoreguladora de las conductas sociales inapropiadas. |
Inhibe las conductas a
las que se asocia. |
Favorece
la identidad moral. |
|
Puede conducir a
conductas autopunitivas, para restaurar el equilibrio con la víctima (véase
el Efecto Dobby, en alusión al personaje de Harry Potter). |
En conjunto, culpa y
orgullo son esenciales para dirigir y controlar el comportamiento en
consonancia con los valores morales. |
|
Favorece la conformidad
con las demandas ajenas (no solo las de la víctima). |
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Fuente: Elaborado a partir de Etxebarria Bilbao (2020: cap.4) |
Vistas
estas emociones y los importantes efectos que tienen, cabe destacar el gran
papel que tienen como brújulas morales. Seamos conscientes de ello y trabajemos
para desarrollarlas.
Bibliografía
- Beti Sáez, Iñaki (2010, 24 de marzo). Breve elogio de la vergüenza. Recuperado de: https://blogs.eitb.eus/inteligenciaemocional/2010/03/24/breve-elogio-de-la-verguenza/
- Echaniz Barrondo, Arantza (2020, 28 de diciembre). Empatía y moralidad. Recuperado de: https://blogs.eitb.eus/inteligenciaemocional/2020/12/28/empatia-y-moralidad/
- Etxebarria Bilbao, Itziar (2020). Las emociones y el mundo moral. Más allá de la empatía. Madrid: Editorial Síntesis.